lunes, 17 de febrero de 2020

Albarracín, Teruel. Un viaje muy frío, pero, que vale la pena.


 Sábado 8 de Febrero, a las 6.00h Isabel y yo clavados en la gasolinera, poco después llega Juan Carlos, (Multistrada 950),  y Carlos y Carla, (Tracer 700). Revisar presiones, llenar depósito, unas risas de buena mañana, y a buscar a Eva y Fernando, (Tiger 800), a Orito. Un poco de frío, pero, normal para estas fechas.

 Antes de llegar a Villena, Alicante, ya empieza la niebla, y por supuesto, el frío..., nos adelantan Natalia y Sergio, que por una avería de la Tracer 900, tuvieron que venir enlatados.

 Al llegar a Almansa, (Albacete), el frío era más intenso, pero, estaba empezando un hermoso amanecer totalmente encapotado por las nubes, y el sol, aunque lo intentaba desesperadamente, no conseguía alcanzarnos. Al llegar a Jarafuel, (Valencia), eran ya las 8.30h, y el frío no hacía más que mordernos sin piedad, sin cuartel. Solo estábamos a 3-4º, y aún así, el frío, la humedad, la niebla que no nos abandonaba desde las 7.00h de la mañana, estaba haciendo excesivamente dura esta primera parte de la escapada...

 Por fin llegamos a Requena, (Valencia), a las 9.00h, el frío no bajaba el ritmo...., pero, la niebla, iba y venía, lo cual, era un respiro, aunque poco podíamos hacer, estábamos todos con el frío metido en el cuerpo, pero, no quedaba otra, hacia delante, siempre hacia delante.

 Desesperados por llegar, a las 10.30h a la Cafetería el Carmen, en Teruel city. 


De izq. a der. Lola, Seigen, Isabel, Juan Carlos, Carla, Carlos, Josefren, Jeny, Fernando, Eva, Natalia, Sergio y Rafa, los 13 de este viaje.

Y una vez allí, con la estufa, el local caliente, a entrar en calor, almorzar demasiado bien, (el cabrita esta de vicio, pero, al final, cuesta terminarlo...), y después del café, tocaba seguir a las 12.30h hasta nuestro destino.

 Llegamos en dos grupos a Albarracin, la mitad directos, y la otra mitad, a la ruta prevista haciendo algo interesante el viaje de subida, y de hecho, valió la pena el esfuerzo de pasar un poco más de frío. Disfrutamos un poco de la moto.

 Ducha caliente, vestidos de civil, y a pasear un poco, ya que teníamos reserva en el restaurante a las 15.00h., en La Realda, que como todos los sitios, lleno a reventar, pero, nos admitieron reserva.

 Esta vez, solo fotos de Albarracin:


 Subir y bajar cuestas es lo normal aquí...

Isabel, y más de un año después, conmigo de viaje...

 Lo malo, el frío que pasemos por la mañana, pero, al final, todo vale la pena.

Las vistas son puro espectáculo..., y nevado, seguro que mejor.


 Ahora solo queda esperar que Isabel se anime a seguir viajando en moto...

Hacemos un poco de tiempo antes de la visita guiada, que teníamos ganas de saber algo más de la historia del pueblo.




Es como un pequeño puzzle, donde las lineas rectas grandes no existen....


Con las veces que hemos estado aquí, y no sabíamos que había una catedral....
Y bien, aunque es pequeña para lo que estamos acostumbrados, no deja de sorprendernos.

Y al final, lo que es lo interesante, nos acabamos perdiendo, pero, es fácil orientarse de nuevo.

Las murallas son visita obligada:
Pero, el tiempo se nos echaba encima, como siempre....

 Llegamos a la visita, y nos ponen un vídeo de 12 minutos de la historia de Albarracin, y empieza la visita:

 Tiene detalles....

diferentes:

 Por dentro la catedral, y el palacio episcopal sorprenden....


Mucha madera, yeso rojo, y piedra.


La pila bautismal..., aunque parece algo raro:
Para mi opinión personal, lo mejor es el retablo de madera del S. XVI, más pequeño que el de Teruel city, pero, espectacular por sí solo. Lástima que no sé porque, no tengo ninguna foto...

 Llama la atención las tumbas del suelo y los nichos en las paredes: 

La iglesia y sus constantes negocios....

Y la última parte antes de acabar con la visita interior, lo último que descubrieron los arqueólogos:


No han querido restaurarlo, para que se aprecie el contraste con el resto que sí lo está: 

 Una muy buena visita, totalmente recomendable, pero, aunque parezca difícil, hacía más frío dentro que en el exterior...


 La visita exterior no defrauda:
 La moda que las mansiones del S. XVIII de pintar las fachas de colores...

 Las diferentes puertas de entrada, los peajes de la época, la continua expansión desde el S. XI hasta el S. XVIII, la reconstrucción después de la guerra civil, la forma tan extraña de las casas..., 4€ por persona, y que merece la pena pagar.
 Teníamos algo de margen de tiempo, y de compras, y al pub "El Molino", justo delante del hotel, con el suelo de metacrilato que se ve el curso del río por debajo, a tomar algo "frío", unas risas, y después, andando 1 km a buscar el restaurante, que cosa extraña, nos admitieron una reserva para cenar a las 21.00h. en La Zahora.

 Desde fuera parecía un sitio cutre, pero, una vez dentro, estaba mucho mejor. Estaba a reventar, como todos los sitios allí en fin de semana, pero, teníamos la mesa preparada, y solo fue sentarnos y esperar media hora. Bebidas, ensaladas, tostas, y sobre todo, hamburguesas de ciervo, jabali y ternera..., la de ciervo es increíble, y la de ternera genial, y teniendo en cuenta que no me van las hamburguesas, ya es mucho decir.

 Y con la última copa, camino de vuelta caminando y hasta el día siguiente. Esa noche, con la calefacción puesta, dormimos todos como piedras....,  Juan Carlos, Josefren y Jeny estaban en el hotel Arabia, muy bueno por lo que me dijeron, y el resto en el Olimpia, donde el desayuno es mejor que en el otro, por lo que todos desayunamos en el Olimpia.

 Domingo, a las 8.00h bajamos, y ya estaban casi todos los compañeros desayunando. Eso es puntualidad...


Isabel.


Vista desde el hotel al pub "El Molino".


 Y a buscar las motos...


Por la noche hizo frío...




Tarde un poco en quitar el hielo de la moto...




Y sobre las 9.30h, salimos, y bajamos hasta -3º, pero, más cómodos y con mucho menos frío que el día anterior, y llegamos al nacimiento del Río Tajo, que habían varios que no lo conocían:



Aquí nos volvimos a fragmentar, Natalia y Sergio en coche directos a la comida, y Juan Carlos, Josefren y Jeny, optaron por salir más tarde, y recorrer un poco más Albarracin, sobre todo el paseo fluvial y la parte superior de la muralla, y después, a dejarse llevar por el Tom Tom por carreteras sinuosas...















 Tienen merito las acompañantes en moto, pasan las mismas penas que nosotros, pero, encima, no disfrutan tanto como nosotros al no conducir. 



 Encontrar los prados congelados, 
algún que otro charco grande duro como una piedra, restos de nieve fuera de la carretera....

Teruel nunca defrauda.


 Y por el otro lado, la segunda parte del grupo:



 Todos tenemos la misma ruta en los Gps, por lo que siempre se puede optar por una opción diferente.



 Al final, continuaron ruta a las 11.00h de la mañana, y visitaron el castillo que esta justo antes de La Laguna del Marquesado:

 Juan Carlos.



 Sergio y Natalia.



 Josefren y Jeny.



 Una pena que no quede más castillo que visitar...

 Seguimos haciendo curvas sin parar, y haciendo el puerto del Cubillo, Cuenca, semáforo por obras, vistas espectaculares a la izquierda por las nubes bajas, carretera con más o menos humedad, y alguna placa de hielo, la niebla otra vez complicando la mañana, pero, lo mejor, estaba por llegar...


 Todo muy normal, hasta que la carretera se complica, pasa a ser tierra más o menos dura, muy bacheada, empiezan los agujeros, y de repente, una trialera en medio del camino, y ya estábamos metido en la pista, que según Googel Maps y el Tom Tom, es una carretera..., aunque ponía en el cartel, "Carretera rural"..., era una pista con 12 kms por delante..., por lo que opté por dar media vuelta, perder algo más de 40 kms entre la ida y la vuelta, y lo peor, no poder parar, y llegar "non stop" a la comida en El Serrano, Navalón, Valencia, a las 15.15h..., fallo mío.

 Al llegar al restaurante, estaban sólo Sergio y Natalia, y tras varias llamadas y mensajes, llega Juan Carlos, y Josefren y Jeny repostando, por lo que comieron a las 16.00h, ya que también tuvieron problemas con la ruta, se desviaron mucho, y tuvieron que cortar por autovía.

A veces la tecnología, nos falla a todos.


 Una vez en casa, cansado pero contento, y pensando, que esos mismos kms y ruta la hacíamos hace 10 años en un día, aún llegando a casa a las 22.30h, y en unos meses, volvíamos a hacer lo mismo. El tiempo no perdona a nadie.

 Como conclusión final de este viaje, es como el tiempo, el frío, la humedad constante, puede hacer un viaje mucho más duro de lo que debería, y como al día siguiente, con menos temperatura todavía, pero, al no sufrir la humedad de la niebla, era mucho más cómodo. Y sí, podríamos ir unos meses más tarde, y no tendríamos el problema del frío, solo que entonces, Teruel no es lo mismo, al menos, para nosotros.

 Y por último, agradecer a mis compañeros la paciencia y buen ambiente, incluso, cuando por un error propio de planificación, tuvimos que dar media vuelta, y perder tiempo y kms, y sobre todo a mi mi mujer, que aún habiéndolo pasado tan mal el sábado, sé que volverá conmigo en moto, lo que no sé es cuando...

 La próxima, a Cazorla.