domingo, 11 de octubre de 2015

Soria y Logroño. Casi 1.800 kms en tres días...

 Viernes 2 de Octubre, 7.00h. Salida desde la Repsol al lado del Decathlon, nuestro punto de salida habitual:


De izquierda a derecha: Willi, (Bmw GS1200), Paco, (Harley Davidson Sporter), Vicente, (Bmw RT1100), Jorge, (Kawasaki ER6F), Eliseo, (Honda Pan European 1300), Javi, (Bmw RT1200), y abajo en el centro Poli, (Yamaha Fjr 1300). 

A las 7.30h, salimos hacia Cuenca, prácticamente todo autovía y el último tramo de nacional, hasta el lugar del almuerzo, poco después de pasar la ciudad de Cuenca:


Paramos en el primer asador que vemos, nos sentamos, el dueño del local nos pregunta cuantos somos, le decimos 7 y se va...


Pregunto a los compañeros sí hemos pedido algo..., no, nadie ha pedido nada. Preguntamos al camarero, y nos dice que su padre nos ha preguntado sí queríamos panceta, chorizo, morcilla, huevo, carne..., (vamos, pasando del régimen este viaje...), y que ya estaba todo en las brasa de fuera, por lo que solo quedaba esperar.


Al final, un buen plato combinado, buena conversación, y por fin, desde que habíamos salido, deja de hacer frío, que ya tuvimos bastante con la niebla de Castalla, y sobre todo, Villena...

Seguimos haciendo camino, y aunque el plan original era comer en El Burgo de Osma, al final, como suele decirse: "Ningún plan sobrevive al primer encuentro con el enemigo"..., casi a las 15.30h, preguntando un poco, conseguimos comer en un buen restaurante de Sigüenza.

Sin embargo, antes de llegar, nos perdimos, pero, valió la pena:


Ya que pudimos hacer, en ambos sentidos, un tramo espectacular, más propio de los Pirineos que de Soria, (sí mal no recuerdo...). "El desfiladero de Prieto". Lo tenía todo, río abajo, paredes escarpadas prácticamente verticales, manchadas por la humedad constante, rodeado de verde, y como no, carretera estrecha y no en las mejores condiciones. Lo dicho, como en los Pirineos, pero, en pequeño.


Después de comer quería ver el castillo..., que resulto ser un Parador Nacional.


Impresionante por fuera...


y decepcionante por dentro:


Supongo que las instalaciones del interior serán muy buenas, pero, el patio de armas, soso.


La puerta de entrada, se salva por nosotros.


Y buenos coches en el parking.



No obstante, el pueblo es precioso, y la única pega que le encontré, son los dichosos adoquines pequeños, redondos y cariñosos, para poder llegar al Parador.


Continuamos a por nuestro próximo destino, pero, como esta siendo habitual desde que tengo a mi pequeña verde, las visitas a las gasolineras son más asiduas, y no por consumo, una media de 4.0 a 4.3, sino, porque solo tiene 16 litros de déposito, acostumbrado a los 25 litros de la Varadero, se nota.





Tras preguntar al chaval de la gasolinera, nos decidimos por seguir el plan original, y visitar El Burgo de Osma:


Pueblo pequeño, pero, muy especial...


Muy tranquilo, pequeño, pero, a la vez, con muchos monumentos históricos, el río pasando por el mismo pueblo, y sobre todo, silencio.










Se empiezan a notar los kms..., pero, teníamos ganas de ver más, por lo tanto, a por Catalañazor, a ver su castillo:


O lo poco que queda de el...






La noche se nos echo encima, y el descenso de la temperatura era importante...., en consecuencia, ya con noche cerrada, atacamos los últimos kms antes de llegar a Soria, que por otra parte, estaba muy cerca.

El Gps nos llevo en seguida a la Pensión, en el centro de Soria.


Esa noche me toco a mi la habitación doble, y lo mejor, la ducha con hidromasaje..., lo malo, que era "justita", y eso que soy pequeño...

 



Como llegamos tarde, prácticamente las llaves de las habitaciones en recepción, (sin nadie...), preguntamos por un parking, nos indican uno a escasos minutos, y prácticamente al lado de la zona de ocio de la ciudad. Todo perfecto.

Soria es muy pequeño, pero, ese fin de semana eran los días grandes de la ciudad, y estaba lleno de gente, pero, llegamos poco después de un acto principal, y la gente estaba de retirada, y nosotros, buscando un sitio donde comer algo. Después, otro pequeño paseo, un café, y como suele decirse, a dormir, que todavía nos quedaban más cosas por descubrir.


Este hombre no tenía mucha conversación...

Sábado 3 de Octubre.
Buen detalle por parte de la pensión, tenía un pequeño "self service" para desayunar, perfecto para nosotros, y nuestra idea de desayunar a las 9.00h, y quedar con la otra mitad del grupo a las 10.00h, que pudieron encontrar alojamiento en un hotel más separado del centro.


Sacamos las motos del parking, (pudimos meter dos motos por plaza...)


El silencio, a pesar de ser las 9.30h, llama la atención...

Nos costo un poco salir de Soria....


Desavenencias del Gps...

Este día era un poco soso, muy pocos kms, y simplemente, queríamos enlazar Soria con Logroño, pero...



resulto ser el mejor día de la ruta.

Primero, Eliseo, (organizador y guía de toda la ruta), nos llevo a la Ermita de San Saturio, (creo que es el patrón de Soria...).




Estas fotos naturales...

tienen su encanto.




Preparando la cámara para la foto de grupo...






Esta foto, con los colores del otoño reflejados en el agua..., resume en esencia lo que ha sido Soria para mi.


El Duero...



La Ermita de San Saturio estuvo bien, pero, el Monasterio de San Juan de Duero, fue mucho mejor.







Los diferentes tipos de arcos, y la pequeña iglesia, de donde tuvo que venir Poli a buscarme..., (me deje llevar leyendo las descripciones de diferentes fragmentos de piedra del interior, y literalmente, desconecte...), un sitio increíble que seguro, volveré a visitar.










La primera parte de la mañana ha sido turística, pero, ahora nos tocaba lo bueno: curvas sin parar.


Almorzamos en el último pueblo de Soria antes de ir dirección a Burgos. La carne del norte es especial...


E hicimos un tramo largo precioso, espectacular. Curvas ciegas enlazadas, sin parar, una detrás de otra, km tras km, el sueño de todo motero. Siguiendo sin parar por hayedos muy altos, rodeado de pinos, y con los caducos haciendo gala de sus mejores colores otoñales, ocres, dorados y rojos rivalizaban en belleza, y todo ello, sin dejar de atacar cada curva como si fuera la última. Solo por ese tramo, mereció la pena tantos kms de autovía y nacional.


Prácticamente al final, paramos en un lado, poco antes de llegar a un embalse, y entre risas y batallitas, criticamos a las vacas por dejar la carretera llena de minas, y el estado del asfalto, que no era muy bueno. Sin embargo, todos coincidimos, en que es una pasada, y una verdadera lastima, no haber terminado de llegar a Burgos, y después a Logroño, como teníamos previsto, ya que la hora, se nos volvía a echar encima...




Después de un tramo tan bueno, y aunque el resto era genial, nos dejo un poco indiferentes, (que rápido nos acostumbramos a lo bueno...), por lo que continuamos a por nuestros siguiente objetivo:


El Monasterio de Suso, pero, antes, volvimos a parar a picar algo.



Las vistas de la terraza trasera no tenían desperdicio, y el silencio tan omnipresente, es algo que todavía ahora, me sigue llamando la atención. Vivimos demasiado deprisa.

El monasterio es más bien soso también, pero, para llegar a el, hay buena carretera, y mejores tramos de curvas, por no mencionar a los tractores chorreando por la carretera, o las mega cosechadoras amarillas, que no paraban. Desde allí, directos a Logroño, ya que la idea era no llegar demasiado tarde, que esa noche tocaba "tapeteo".


Al entrar en Logroño, me "despisto", y voy detrás del grupo que no es, (sí, otra vez estábamos alojados en diferentes hoteles), pero, Poli me localiza, y nos vamos juntos a por nuestro hotel, otra vez en pleno centro. Tanto, que era una calle peatonal, y con cámaras y avisos de multa a los "no residentes". Buscamos un parking público, carero, y encima, una moto por plaza..., y con las maletas, andando al hotel. 

Al final, sí que tiene parking el hotel, a dos calles, 3º sotano, y unas plazas reservadas...., como en Huesca. Volvemos a buscar las motos, y al otro parking..., y ya eran las 9.30h, y teníamos que ir garito en garito...



Reconozco que la noche no es mi fuerte...




Pasemos toda la noche entre la Calle San Juan, y la Calle Laurel...





A las 1.30h de la mañana, tras mucho comer..., al hotel, que teníamos que salir temprano para volver a casa..., a las 9.00h, para desayunar...

PD. Todo lo que me gusto el hostal de Soria, no me gusto nada el hotel de Logroño.

Domingo 4 de Octubre.

Llueve, desde hace un rato, por lo que desayunamos algo ligero, y carretera. Antes de salir de Soria, paramos a almorzar, y vuelve a apretar la lluvia, (vamos huyendo de los nubarrones negros...). Y llegamos a Molina de Aragón, sin lluvia, de momento..., (tras haber pasado por la provincia de Guadalajara).









Al poco de salir de Molina de Aragón, una lluvia fina nos vuelve a coger. Pasamos con cuidado por una carretera estrecha, pero, de bosque cerrado, y vuelve a brillar el sol, y como son las 15.00h pasadas, otra vez, paramos a comer en Orihuela del Tremedal:




Delicias de Teruel.


 Y al salir, empezaba a apretar una lluvia muy fina, como agua nieve, que con el poco viento que había, se arremolinaba, vamos, la nieve a punto de cuajar, lo que nos faltaba. Salimos cortando, y nos desviamos a Albarracín, (otra vez que paso por allí, y no lo puedo ver entero), volvemos a repostar, y son ya las 18.30h, por lo que nos inclinamos por la opción más lógica: directos a la autovía, Teruel, Castellón, Valencia, y Alicante por Alcoy.

 En casa a las 22.30h. Un viaje que lo ha tenido todo, turismo, paisajes, montañas, tramos de curvas increíbles, cachondeo por la noche, y sobre todo, un muy buen sabor de boca de Soria y Logroño. Y por supuesto, lo mejor los compañeros, y mención especial para Eliseo, ya que la ruta era suya, y se encargo de llevarnos a los mejores sitios, sin perderse, y sin Gps, salvo para encontrar los hoteles.

La próxima, más y mejor.