A por Dos Aguas, (Valencia), y su pequeño tramo espectacular.

 Sábado, 7.30h. Preparado para volver a Dos Aguas, (Valencia).

 Otra ruta que ya es un clásico, pero, que sigue teniendo un aliciente muy especial: la CV-580, sobre todo, el pequeño tramo de subida después del puerto largo de Millares a Dos Aguas...

 Un poco más tarde llegan Jose y Belén, (Bandit 650), y continuamos hasta Campello, para recoger a Laura y Rafa, (Bonneville y GS1200, respectivamente). Un café, las primeras risas de la mañana..., y conseguimos salir de la cafetería y empezar la ruta casi a las 9.00h...., para eso estamos.

 Mi idea era subir mareando por Busot, hasta la Carrasqueta, pero, viendo la hora, directos a la subida.

En dos grupos, ya que una furgoneta acabo en medio, y como no se puede adelantar..., paciencia, y hasta arriba.

Jose y Belén, que era su segunda salida en moto, y ya se le notaba más tranquila...

Laura, (Bonneville), y Rafa, (GS).

El sol podría haber estado al otro lado...

Y como ya teníamos claro el siguiente tramo, (Barranco de la Batalla, circunvalación de Alcoy, Agres, Alfafara, Bocairent, y al Miranda´s de Onteniente), con calma y sin paradas, directos a almorzar.

Esta vez todos fuimos precavidos con la cantidad, (nos quedaba más de la mitad de ruta todavía), y fuimos a por los medios bocadillos...

Al salir, no pudimos evitar ir al Pou Clar.





La única pega, las escaleras.

Dos apasionados de la fotografía, y una foto muy buena sin color. Enhorabuena.

Y como suele pasar, el GPS me dio problemas..., el móvil no da para mucho más, y decido seguir sin el, ya que más o menos, me suenan algunos pueblos de subida a Anna. Salimos del Pou Clar, dirección a Fontanars dels Aforins, y continuamos por una carretera muy buena, hasta que veo un desvío a Moixent 19 kms, pero, la carretera era una gozada, por lo que continuamos por la misma hasta el final..., y volvemos a Onteniente..., otra vez.

Esta vez, con el móvil de Rafa, conseguimos poner su GPS, y sorpresa, son las prácticamente las 14.00h de la tarde, y nos marca 2 horas más para llegar al Restaurante Venta Gaeta, por lo que preguntamos hasta que hora podemos comer, y nos dicen que como máximo a las 16.00h, por lo que zumbando a seguir con la ruta prevista: Anna, Bicorp, Millares, Dos Aguas..., y después del puerto largo, el pequeño tramo de subida que tanto me gusta.

Íbamos bien, pero, el tiempo no cuadraba: ya eran las 16.00h pasadas, y el GPS al llegar a la famosa rotonda pintada en el suelo, (literalmente, un pequeño circulo pintado en el asfalto, hace la función de rotonda), nos desvía a la izquierda, hacia El Oro y Cortes de Pallas...

Seguimos, nos mete en el Oro, ya eran las 16.30h, y sin comer..., (no teníamos hambre, pero, aún así, queríamos comer algo, por lo que pudiera pasar después..., jajaja). Al final, encontramos el Asador del Oro, pero, claro, la plancha apagada, la cocinera se había ido, y solo pudimos arreglarnos con otro bocadillo, y un café: suficiente, después del almuerzo intenso en Onteniente.

Continuamos camino, hasta la rotonda pintada:

Desde Dos Aguas, veníamos con las chaquetas de verano, porque, literalmente, íbamos cocidos...

Al llegar aquí, ya tuvimos que parar para cambiar a chaquetas de invierno, (frío en aumento...).

El cielo amenazando..., y menos mal que pregunte en el asador sí podíamos llegar a Cortes de Pallás, ya que pensaba que habrían arreglado la única carretera de acceso..., pero, sí, podíamos llegar, en barca..., y un huevo, ya volveré en otra ocasión.

Vamos, vamos...

Rafa, como siempre, preparado para salir.

Laura, cada vez más suelta con su Triumph.

 

 

 Jose, (con ganas de llegar ya), y Belén, que no se queja de nada...

 Hacía frío, pero, todavía iba con la visera negra, e íbamos bien...

A partir de aquí, ya sigo sin GPS, no tiene perdida, y antes de llegar a la N-330 para ir a Cofrentes, Ayora, Almansa y a casa, ya nos cogió la lluvia, sin contemplaciones. Parada técnica, trajes de agua, visera transparente, y de tirón, ya que las chicas no tenían traje de agua. 

Nos cruzamos en Cofrentes con varios grupos de la "Levante Experience", parada rápida a repostar, autovía, y antes de llegar a Alicante, parada en una brasería a pie de autovía, (sitio para tener en cuenta para próximas rutas), refresco de despedida, y en casa a las 21.00h, y con 430 kms bien aprovechados.

Muy buena ruta por mis compañeros, como siempre, aunque, esta vez, el Gps me hizo perder el tramo de Yatova..., pero, es solo una excusa para volver a visitar Valencia.

La próxima, más y mejor.

Velefique, (Almería), lo que da de sí un día entre semana...

 Todo comienza con un simple wasap un domingo por la tarde:

Trabajas mañana?
Vamos a Cazorla?
Mejor Velefique...

 Y así, el Lunes 21 de Septiembre, salgo a la hora de los valientes, (6.00h de la mañana), y con la pequeña verde y yo, directos hasta Santomera, (Murcia), a recoger a Edu y su inseparable Vstrom 650 naranja.

 Llego puntualmente poco antes de las 7.00h, buscamos un bar, tomamos un café, y directos a Mazarrón, Aguilas, y siguiendo la costa, otro café y tostada a las 10.45h, y las primeras fotos del día:

Con estos dos pequeños islotes como mudos testigos, ya que no había nadie..., de momento, esta zona se libra de la masificación de nuestras costas.

Y aquí mi único compañero de hoy, (cosas rara que solo salgamos dos....), cansado, pero, contento de poder volver a salir con la moto.

Mi pequeña máquina verde, después de 5 años con maxi trail, vuelvo a Kawasaki, esta vez con la pequeña ninja de 650, y como Dios manda, verde. Lo que más me esta enseñando esta moto, pese a mis ideas fijas de que no entendía motos por debajo de 1.000cc..., es cuando menos, es más. Sí, es más exigente físicamente, asumes más riesgos para ir al ritmo de las grandes, pero, me lo paso bien, y sobre todo, consume menos...

Para que luego digan que no voy a la playa...

Y continuamos camino, hacia Garucha, que sí que esta masificado, de gente, tráfico, y sobre todo, rotondas..., (y no se como me paso, pero, pase de largo Carboneras con sus impresionantes vistas..., (que desastre).

 Esta vez sí, hemos coronado Velefique, y podemos continuar..., no como en Enero de este mismo año, que la nieve no nos permitió continuar.

Fue una verdadera pena no hacer fotos desde la subida, pero, siempre me pasa igual, mucha autovía, y para cuatro curvas que hay..., como para parar a hacer fotos.

Velefique, sí, unas vistas impresionantes, 1.860m de altura, al cual llegas prácticamente desde el nivel del mar en poco tiempo, con una subida muy rápida, en la que notas la presión por la altura, pero, para mi gusto, tiene demasiadas horquillas, (de ahí su apodo de Stelvio español), que me cortan el ritmo...

Tras despedirnos otra vez de la cumbre, continuamos sin paradas a Bacares, donde tenía visto un sitio para comer, pero, recordé la vez que pase por aquí a ver el observatorio de Calar Alto, (el cual no encontraba el Gps, y ya volvíamos a tener hambre...), y seguimos a repostar a Tíjola, que una vez más, resulto ser un acierto.



Ensalada, dos coca colas, (light, por supuesto...), y tallarines a la carbonara, (sí, soy un enamorado de la pasta).



A Edu también le gustó la comida...



El pollo al horno de segundo, tampoco iba descalzo.



El postre casero: pan de Calatrava. Es una tradición probar los postres caseros..., jajaja.

 Y este es el restaurante en cuestión, el Polígono, en Tíjola, (Menú de 9.5€, el de 15€ con solomillo tampoco hubiera estado mal..., pero, quedaba demasiado camino aburrido).

Eran ya las 16.00h, y teníamos ganas de volver a casa, que quitando el tramo de la mañana hasta el almuerzo, y la subida y bajada de Velefique, apretaba bastante el calor, y tras decidir dejar para la próxima, (que llegará), visitar el Calar Alto, directos a casa, por la aburrida, pero, siempre cómoda autovía.

La próxima, más y mejor.