jueves, 26 de julio de 2012

Hellín, Ayna, Alcaraz, y la Laguna de Arquillo, (Albacete).


 Toda la noche sin poder dormir..., mal comienzo para un intenso día motero...

 Como se suele decir, lo que mal empieza..., pero, no, vamos a centrarnos en lo importante, los compañeros, las motos, la ruta, paisajes, y sobre todo...., sensaciones.

 Y la primera sensación de la mañana fue..., por increíble que parezca, el frío, en pleno verano, y pasando frío.

 Llego un poco tarde al punto de encuentro habitual, (gasolinera Repsol al lado del Decathlon, Alicante), a las 6.25h, después de repostar, comprobar las presiones, (como se nota que la gasolinera de siempre esta cerrada a esas horas...), y tras ponerme al día con Oliver, salimos directos a enlazar Agost, Novelda, Monovar, Pinoso, Jumilla, y por fin, Hellín, a las 8.09h....,


después de haber pasado un frío espectacular, decido ponerme la segunda camiseta, (la de después del mediodía, que siempre es bueno tener ropa de recambio...), hasta que paremos a comer, y fue todo un acierto, porque, el sol seguía escondido, y la temperatura, por no decir ya la sensación térmica, era para quedarse helado. Y aún habiendo llegado con 25 minutos de retraso, todo queda en una simple anécdota más tomando un café,




de la cual salimos a las 9.02h, para ir buscar Pozohondo.




 Desde allí pasemos por Las Peñas de San Pedro, que tiene un monasterio impresionante, (al menos, visto desde abajo...), que más tarde intentaríamos llegar, pero, que la final, lo tuvimos que dejar para otra ocasión.


 Y tras unas pocas curvas más, llegamos a Ayna, (que por cierto, hemos pasado muchas veces muy cerca, y nunca lo había visto en detalle...), y paramos en el "Mirador del Diablo"...




 El nombre no es muy apropiado..., pero, es lo que hay. Además, aprovechamos para aparcar las motos, y disfrutar un poco.







Con Oliver y Pedro, y la Bandit del primero,

Pedro, con su Varadero y mi Strom, las reinas del día de hoy, (con justificación claro...),


y mi propia máquina, como siempre, infatigable y noble,




y aquí las tres juntas,


que por una vez, encontramos un buen sitio para dejarlas...


e imposible de pasarnos el mirador,


Mis compañeros comienzan el ligero ascenso al mirador,


que antes de subir, ya indica una belleza natural...


que no hago más que confirmar cuando llego arriba,


con sus terrazas en desuso, (que lastima...),



que no desmerece en absoluto la belleza que las rodea.


Y sin olvidar esas curvas enlazadas de bajada...,


 para llegar a Ayna, propiamente dicho, que lo que más me llamo la atención, fue su hotel,



grande y muy bien situado...


pero, tenemos que volver, y me quedo con estas dos fotografías del escaso camino de vuelta,


con la moto de Oliver en una, y la última curva antes del mirador en la otra.

 Continuamos sin mayor contratiempo, hasta Elche de la Sierra, donde como es habitual, volvemos a repostar, (porque, no podemos olvidar, que siempre salimos con los depósitos llenos), 228 kms después, 

y de paso, almorzar algo muy ligero en una panadería del pueblo.




donde a Oliver le llamo mucho la atención la niña con el "torito",


hablando por le móvil, y con el perro dentro del torito,


y porque no decirlo, a todos nos llamo la atención...


 Después de la pausa merecida a media mañana, seguimos haciendo camino, disfrutando de Riopar, y sus puertos del Peralejos y las Crucetas, (creo que el último se llama así...), para por fin llegar a nuestro destino estrella de la ruta del día: Alcaraz.

 Y tras pasar mucho calor, por fin, llegamos al mirador de Alcaraz,


con Pedro y Oliver contentos y satisfechos,


y yo mismo también, porque, la única pega del puerto, es que dura muy poco...


y es una pena,




carretera nueva de hace solo un año,


curvones amplios con visibilidad total,


y sin tráfico. Que más se puede pedir...?


poder aparcar tu moto,


y tomarte tu tiempo para dejarte llevar, ya que la experiencia es increíble, un calor sofocante, y allí arriba, con una brisa fuerte, constante, y sobre todo fría, a lo que se une el silencio, o mejor dicho, la ausencia de ruidos extraños, y te dejas llevar por las vistas, y el sonido del viento corriendo a tu alrededor. El mejor momento del día.

 Sin embargo, nos vemos obligados a continuar, que tenemos que ver la plaza medieval de Alcaraz, que era el objetivo de la ruta de hoy:


con poca gente..., ya eran las 13.30h de la tarde...


y el calor,


adquiere otra dimensión, como muestra lo solicitada que estaban las sombras...


 Este marco, sigo sin saber porque, me recordaba a Toledo...


quizá por el color de las piedras.


El ayuntamiento.


El escudo con una aguila bicéfala..., (que poco imaginativos que son con los escudos...).


Cartel informativo.


Hermosa puerta, y sigo sin saber porque esta en un lateral del edificio..., pero, nos vino bien, ya que Pedro en su eterna búsqueda de un sitio para bañarse, encontró, gracias a la señorita de turismo, la laguna que conoceremos más tarde.


La iglesia cerrada, para variar...


Con sus calles estrechas, y muy simpáticas, asfaltadas con guijarros lisos..., ideal para las motos...


Casi tanto, como caminar con las botas puestas...


Y pese al calor...


la enredadera tira fuerte...


Continuando con el paseo solitario, me llama la atención el resto de esta columna.


Sin olvidar las cuestas,


ni los guijarros,


y la infructuosa búsqueda de sombras,


que no siempre es fácil.


Sin embargo, no dejo de intentarlo.


 Estas dos torres son lo que más me gustaron de la plaza, 


A la izquierda, el campanario de la iglesia, claramente más antiguo...


y a la derecha, la torre del reloj del ayuntamiento..., y por si acaso, más alta, que no se diga.


Y sí, el reloj funcionaba bien.

 Al final, a las 14.00h, nos vamos asados, agobiados, en busca de la Laguna, que según el Gps, esta a 30 kms, y que después de ver el mapa que Pedro consiguió en la oficina de turismo, me esperaba algo como lo que más tarde nos encontramos..., una pista sin asfaltar. Genial.



 Nos metemos por la pista...


que era de solo 4 kms...


fácil y asequible en teoría...


mientras la gravilla no tuviera mucho espesor, claro,


el problema era, que había partes, en que era espectacular...


pero, tras mucho padecer, (es lo que tiene llegar de puntillas nada más...),


conseguimos llegar a nuestro destino,


y menos mal,


porque la pista se complicaba por momentos...


Por lo que, definitivamente,


aparacamos las motos en un lado, (por si pasaba alguien...),


y busquemos nuestro merendero de ese día. 

 Nos quitamos la equipación, nos quedamos con el bañador, y las chancletas, y Pedro, que fue el primero en meterse en un pequeño remanso de agua, justo debajo de una caída de agua natural..., tiene un sobresalto,




ya que el charco ya estaba ocupado,


por tan solo 5 cangrejos de río...,


que si bien, ya estaban entretenidos en subir contra corriente...,


no nos fiábamos mucho unos de otros.


 Por si acaso...

 Después de descansar un poco, tirado en la toalla, debajo de una encina, con la suave brisa de fondo, y el constante sonido del caer del agua..., (segundo momento de relax del día), emprendemos el siempre triste camino de regreso,


y tras despedirnos de los cangrejos, admiremos por última vez la laguna,


silenciosa,



no había ni pájaros...

 Para hacer otra vez los 4 kms de pista, (ahora mucho más cómodo y suelto que el rato anterior...), llegamos a la carretera,



con las motos de polvo hasta arriba, que de hecho, lavemos en Murcia, ya que no estamos acostumbrados a llevar las motos así...


 Y no podía dar por terminada la crónica, sin saber el nombre de la Laguna..., Arquillo.


Además, más o menos esta es la ruta..., http://goo.gl/maps/WhLA

Y por último, reconocer que la ruta, esta vez, fue muy dura para mi, ya sea por el cansancio, la falta de sueño, o el intenso calor, son una de esas rutas, que te ponen a prueba, y una vez que la superas, solo esperas con ansia, el siguiente reto.


 Hasta la siguiente ruta...