jueves, 16 de mayo de 2013

Penitentes 2013. La tercera edición consecutiva... 3º parte de 4: Sábado 5 de Mayo: La Ruta.

Suena el despertador..., 4.30h de la mañana..., por fin, el día grande, el objetivo..., LA RUTA DE PENITENTES.

 Deprisa y corriendo, a las 5.15h, ya estábamos todos desayunando: Paulino, Sonia, Manuel, David, Pedro, Marcos y yo, y ya vamos quedando que nos vemos durante la ruta, en dos grupos.

 Al subir para terminar de equiparnos, la vista desde la habitación ya pone los pelos de punta...



Y aunque ya van 3 más 1 contando con esta edición, los pelos de punta, y la emoción siguen siendo la misma..., subidón.

 Llegamos abajo poco antes de las 6.00h de la mañana, ya que teníamos previsto salir de los primeros a primera hora..., y la primera sorpresa del día:


 Hielo en todas las motos,


 Asientos, cúpulas, depósitos, faros...



Incluso en los baúles...




No obstante, es lo normal, con máximas de 8º, y mínimas de -5º por la noche....



Entre risas e ilusión, vamos a la salida..., unos con más nervios que otros...


La foto me salio mal, pero, la emoción de Marcos en su primer Penitentes se adivina pese a la baja calidad de la fotografía..., además, de llevar solo 6 meses en moto, es su primera ruta de más de 440 kms, (exceptuando la de dos días antes de casi 700 kms de autovía, pero, eso no es una ruta...).

Antes de seguir, como en esta edición casi no he podido hacer fotos..., me he tomado la libertad de tomar algunas de varios compañeros de ruta, sobre todo, del grupo de Facebook "Ruta de los Penitentes", no obstante, debajo de cada foto que no sea mía, intentare poner el autor de la misma, que menos...

 Y este es el ambiente para salir:








De hecho, estas últimas fotografías son cortesía de Peter Blue, al que conozco de vista por ser el organizador de la Estrella de Javalambre, (último fin de semana de Enero en Manzanera, Teruel...), y que fue quien me recomendó que parasemos los motores, que con esas temperaturas, no era bueno tenerlos tanto tiempo en marcha..., y fue un acierto.

 Llegamos a la salida. Cola..., mucha cola. Al final, paramos los motores, y vamos dejando caer la moto un poco, andando otro poco..., y vemos a Paulino empujando su CBR1000RR que no arrancaba..., pero, gracias a Rodi y sus mecánicos, fue la tercera moto que vi arrancar con pinzas, y el motor en marcha de una C15, (de todas maneras, este viaje íbamos más preparados que nunca..., nosotros llevábamos nuestros propios cables de batería de emergencia...), y así, hasta llegar a la salida,  salimos en grupos de 4 motos cada 2 minutos, (más o menos...), y otra sorpresa, nuestro compañero Peter Blue, nos saco a Marcos y a mi, (lastima que no he encontrado fotos del resto de compañeros, pero, no me cabe duda, de que las encontraré, y actualizare la crónica cuando las tenga).


Marcos con su querida Vstrom 1000, es el cuarto de izquierda a derecha..., y yo salgo justo detrás, el primero de la izquierda.


Soy el primero de la derecha..., y por fin, empieza algo mucho tiempo esperado, y que el año pasado, cuando acabe la ruta, pensé que este año no podría volver a estar aquí, sin embargo, aquí estaba..., y menos mal..., jajaja. (Gracias Peter, todas tus fotos son impresionantes, pero, estas de las salida, se salen).

 Como siempre, he salido el último del grupo, (porque, ya llevábamos mucho tiempo planeando la ruta, y es lo primero que tuve claro: abriendo grupo Pedro con el Roadbook, que ya tiene experiencia, y es el más rápido de nuestro pequeño grupo de Ruteros de Levante, Marcos en medio, y yo detrás, cerrando). Un poco más adelante, ya me están esperando Pedro y Marcos, y comenzamos la bajada, hablando con Marcos, sobre las placas de hielo que vemos en los primeros kms, y con calma, mucha calma...

 Poco después, ya estamos en Francia, e impresiona los "muros de nieve" que tenemos a un lado...,




Fotografías de Peter Blue y sus amigos.

 Seguimos en territorio francés, que este año es lo primero de la ruta, y que resulta ser todo un acierto..., sobre todo, porque, venimos más frescos, y el tiempo, sí o sí, siempre es más duro que en casa...,


(Fotografía de Peter Blue), como se puede ver en esta fotografía...

 Poco después llegamos a unas señales de obras..., un semáforo portátil, y el aviso del Road Book, por desprendimientos de rocas, tenemos que hacer unos kms por el carril contrario, y a veces, incluso, por un estrecho tramo de asfalto, y el resto, parte de la cuneta, habilitado para tal efecto..., pero, entre la nieve y el hielo, como para pisar el barro...

 Afortunadamente, todo mejora unos kms más abajo, el asfalto mejora también, y nuestro ritmo va subiendo poco a poco.

 Y como siempre, empiezan los adelantamientos, (como siempre, es lo normal), nos pasa una Fazer que da gusto ver como va el compañero, fino y por el sitio, y poco después, nos pasa su grupo..., donde hay una Fazer, que no va tan fina..., y lamentablemente, menos de 2 kms después, un compañero en la carretera haciendo señales con los brazos que paremos, ya que de bajada, curva ciega de derechas..., y el de la Fazer que no iba fino, se había metido en la entrada de una casa..., afortunadamente, se estaba levantando con ayuda de sus compañeros, y tras preguntarle por gestos si iba todo bien, nos confirmo que estaba OK, y seguimos haciendo camino, con un poco de mal cuerpo encima..., pero, esta es una ruta larga, y hay que tomarse las cosas con calma...

 Continuamos un poco más adelante, y vemos subir a David con su BMW, (o quizás no era el..., porque, todavía estamos en los primeros kilómetros, y ya se han perdido...), y un poco más adelante, entre la niebla, veo una moto parada, con tres personas mirando la moto..., y veo que son Paulino, Sonia, y Manolo..., MARCOS, PARA, QUE SON PAULINO Y COMPAÑÍA, AVISA A PEDRO. Houston, tenemos un problema...


El primero, la niebla...


siguiendo por el resto de compañeros de la ruta,


porque, todavía quedaban por pasar...,


afortunadamente, David estaba un poco más arriba avisando, y mientras Paulino, Sonia, Manolo y Marcos luchaban contra reloj contra la avería, yo estaba avisando a los demás compañeros..., y tenía que ser una estampa impactante, que hace un tío pequeño, gordo, con chaleco, en medio de la carretera con niebla, haciendo señales con los brazos..., jajjaa.


 Sin embargo, vamos a la avería en cuestión...


  Tras preguntar a Sonia y a Paulino, me dicen que venían derrapando las últimas curvas, e incluso, un coche les estaba avisando de que..., estaban PERDIENDO GASOLINA EN MARCHA, y en consecuencia, el neumático trasero estaba deslizando..., y encima, en bajada.

 Sin embargo, Paulino es de la vieja escuela, y lleva muchos kms, por lo que consigue parar sin más consecuencias en la única pequeña recta de toda la bajada, y empieza la cuenta atrás..., quitar los asientos, (Manolo, a la izquierda, también iba preparado, con un juego de llaves Allen, que resulto ser providencial), levantar el depósito de gasolina..., localizar el manguito cariñoso que se había soltado..., volver a ponerlo, arrancar la moto..., aguanta...?, bien, perfecto, volver a montar, y decidir si Sonia iba con Paulino, o con nosotros, por si volvía a fallar el manguito. Al final, decide seguir con Paulino, y toda la ruta, lo cual tiene un merito que solo lo sabemos los que hicimos toda la ruta...


 Y aquí Sonia, más tranquila después del susto inmenso que tuvo que ser esa bajada entre la niebla, y pegando bandazos sin saber porque...

 Pero, todo acaba bien, y después de una parada de emergencia de 30 minutos, seguimos hacia delante, pero, antes, mientras que no venía nadie, da tiempo para muchas cosas...


Entre ellas, las paredes de las montañas, que con el deshielo primaveral, parece que caen riachuelos por todas partes...


Y me llamaron la atención estas babosas....,


porque, lo primero que pensé fue: Que lastima, hasta a los bichos les embargan la casa...


Y entre risas nerviosas por haber conseguido solucionarlo, buscamos a David, que seguía arriba, por si bajaba más gente, y continuamos.

 Aunque, al principio parece que el grupo "andaluz", (ya que son de Cordoba y Granada), no nos habían esperado..., en el primer hueco que había, ya nos estaban esperando..., genial. Empezamos tres..., y ahora, somos siete, de momento...

 Seguimos haciendo camino, y los comunicadores van a saco:

-Marcos, colega. Las cuentas no me salen..., llevamos casi tres horas...., y no llevamos ni 100 kms. A este paso, no llegamos...., jajajaja.

 Y con este buen rollo y ambiente, seguimos haciendo kms. En un punto, Manolo y Jesús deciden parar a fumar, y Paulino y Sonia, siguen con nosotros. Hablo con Manolo y Jesús, y les digo que no se preocupen, que nosotros tenemos muy claro como funcionamos, y que ellos van entre Marcos y yo, y que no se iban a perder, y continuamos, que nos queda camino...

 Después, llegamos a nuestro próximo destino, porque, tenía que ir a comprar Nesquik francés, y los super abren a partir de las 10.00h..., y casualidad, poco antes de las 11.00h, encontramos el mismo Carrefour al que fuimos en el 2011, ( mi primer Penitentes). Y de paso, aprovechamos bien el tiempo, repostar todos, (por si acaso...), visita al baño, (unisex..., cutre, para un super tan grande...), ir de compras, (ya que todos habíamos cogido, tras preguntar a los camareros del hotel, unos bocadillos en el desayuno, de emergencia, ya que la comida, estaba prevista entre las 14.00 y las 16.00 de la tarde, y desde las 5.00 del desayuno..., pero, los bocatas de Paulino y Sonia, los llevaban Manolo y Jesús, como nos esteramos después..., que desastre). Y con todo hecho, y mis 8 kgs de Nesquik cargados en la moto, seguimos haciendo ruta, y solo habíamos utilizado 40 minutos..., y ya eran casi las 12.00, y no llegabamos a los 200 kms..., como siempre.

 Al primer puesto de control, llegamos 10 minutos tarde..., al segundo, 30 minutos más tarde..., buff, vaya ritmo, pero, entre risas y buen rollo, seguimos enlazando curvas, pasando por puertos, y disfrutando de todo lo que nos rodea.

 Como por ejemplo, el Col D´Aspin:


Y sí, una vez más, cortesía de Peter Blue.

 A estas alturas, empezamos a preocuparnos por los dos que nos faltaban, (Manolo y David), ya que empezando eramos 3, pasemos a 7, ahora somos 5..., pero, no podemos esperar, porque, ya vamos fatal de tiempo, y el control 3, estaba lejos todavía...



 Llegamos bien al control 3.


Que los compañeros de la organización, fueron los mismos de un control anterior..., y si no me equivoco, los mismos del control 5, (lamento estos despistes, pero, una semana y pico después de la ruta...), que tienen su merito, todo el día tirados en la carretera, con un bocadillo a cuestas, y pasando frío, para poder sellarnos el pase, y avisarnos como estaba la carretera más adelante, y como íbamos de tiempo. Desde aquí, como siempre, mi más sincero agradecimiento a todos los miembros de la organización de Penitentes.


Para variar, las vistas son increíbles.


Y las vacas, que este año ya pensaba que no las iba a ver...


Marcos, que ya estaba acusando el cansancio...


Pedro y Paulino.



Pedro con ambas Varadero.


Pedro..., no tendrías que haberte dado la vuelta tan rápido..., jajjaa.


 Marcos, Sonia y Paulino.


 Marcos, Sonia, Paulino y Pedro.


Sonia, Paulino, Pedro y yo.


Y esta estamos todos, (de momento...).


Estos paisajes,


Juntos a mis amigos,


se graban a fuego en la memoría.

Pero, tenemos que seguir..., y al final, tenemos que parar en un lado, para estirar las piernas, reponer líquidos, y otro problema, que hasta ese momento, no había tenido en cuenta: un baño para Sonia, nuestra única compañera de Penitentes..., por lo que tuvo que ir de ruta exploratoria a buscar un baño, y de paso, nosotros seguimos la charra un rato, (pero, que conste, a nosotros también nos gusta charrar...).



 Sonia, Paulino y Marcos.


 Paulino y yo.


 Paulino.


 Marcos.


Pedro.


Y yo, que el cansancio, lo estaba pagando caro este año..., pero, el año que viene, si puedo, volveré, y sobre todo, rodeado de amigos, más que de compañeros.


 Esta foto es especial, aunque no estemos todos, ese fondo, es espectacular..., (de izquierda a derecha, Pedro, Sonia, Paulino y Marcos).

Y en el mismo lugar, pero, en frente, un detalle:


Los tulipanes.


Con esos colores tan vivos..., que me recuerdan, que tenemos que volver a España, que se nos estaba pegando el arroz..., más de lo normal.

 Continuamos, y Pedro y yo llegamos a la misma conclusión, el último tramo largo, es el mismo de nuestro primer Penitentes, solo que en sentido contrario, y como sabemos, que estamos a punto de abandonar Francia, y que solo nos queda un último puerto de montaña, nada más salir del último pueblo francés, paramos a un lado, para que fume el que se quiera morir antes..., (Pedro, colega, con cariño...), y estirar las piernas los demás. Y de repente, vemos aparecer por una esquina a Manolo, David, y otro compañero más...


Goyo. El "coche escoba" de la organización..., y resulto ser un amigo más, que junto con Paulino, Sonia, Manolo y David, lo mejor del viaje, y que a partir de ese momento, ya eramos 8 compañeros de ruta.

 Después de las risas, controlar la hora, que ya íbamos fatal, y hablar con Goyo, que iba muy justo de gasolina, empezamos la subida hacia España, ya que teníamos que llegar al Control 4, y casi no llegábamos...

 Y por fin:


Otra foto de Peter Blue...

 Llegamos a España, y zumbando a por el control 4. Pero, unos metros antes del control, hay una gasolinera, y Sonia, tiene que parar, y aprovechamos todos para repostar y demás, aunque, mandamos a   David para que avise a los compañeros del Control 4 de la organización que estábamos repostando, y que ya llegábamos...

 Pero, al llegar, ya no estaban. Normal. Tienen un horario, y tienen que hacer el Control 6..., pero, llega Goyo, (que había repostado nada más pisar España), y tras comentarlo con el dueño de Rodri, (patrocinador junto a Michelin de Penitentes 2013), nos avisa, que si queremos llegar a tiempo para comer, tenemos que seguir con el túnel de Biesca, (creo que es ese túnel, uno muy cariñoso con radares de velocidad y de tramo de máximo 80..., por lo que nosotros, a 70), perdiendo el puerto de Bonaigua, y el Catefablo, (o algo parecido, y por lo visto, dos puertos sin desperdicio..), pero, siempre perdemos algún puerto, bien porque esta cortado por nieve, o por que es muy peligroso, y con gran sentido común de la organización, los cancela por la seguridad de todos nosotros, o como en este caso, para que no nos encontráramos el sitio de la comida cerrado.

No obstante, tenemos pendiente este puerto:


De Peter Blue. Que seguro que haremos en otro Penitentes..., no me cabe duda.

Seguimos zumbando, y llegamos a las 16.40h para comer.


Que hasta para llegar al restaurante Buffet Libre, había que subir curvas, horquillas, esquivar minas de origen vacuno...


Y aunque el entorno es espectacular también, nos ponemos a comer..., pero, el sitio esta a reventar, hay que esperar. Y en la cola, abrimos el debate, comer sí, o comer no..., es decir, no podemos estar dos horas comiendo, pero, tampoco podemos comer en 20 minutos..., por lo que digo, que una hora, 60 minutos, es lo justo para todos, y así, con esta medida "salomónica", empezamos a comer.

 Ni que decir tiene, que este año aprendí mucho del año pasado, que comí en exceso, y lo pague con un  corte de digestión, que tuve que parar unos minutos, apenas 20 minutos después de haber salido, que no podía más. Por lo que este año, comí más justo, en tres grupos separados por falta de espacio..., y así, 1 hora después, seguimos haciendo camino, con Goyo un poco por detrás de nosotros, y camino del control 5.



Y con mi moto cargada, seguimos haciendo camino...

Sacamos cuenta, y hemos "perdido" apenas 80 kms, y aún así, ya sabemos que vamos a llegar de noche, o mejor, a las tantas..., por lo que poco a poco, vamos subiendo el ritmo.

Nos quedan 3 puertos por delante..., y volvemos a parar para repostar:


Y como siempre, el entorno...



Tan espectacular como nosotros: Marcos, Pedro, Paulino y yo.



Sonia y Paulino.


Esta foto es para mi, una de las más especiales del viaje. Y por varios motivos. Sonia, que no se quejo en ningún momento del día, y siempre que le preguntabas te decía lo mismo:

-Estoy bien. Yo, estoy bien. De verdad.

Y la cara de extenuación que tiene en esta foto no admite discusión. Desde aquí, mi más sentido sentimiento de admiración, tanto por Paulino, que a los mandos de su CBR1000RR, hizo toda la ruta sin rechistar tampoco, como por Sonia, que tiene más merito si cabe, ya que iba de detrás de Pualino, con la CBR1000RR. Enhorabuena a los dos.

 Y por supuesto, por la parte que nos toca a nosotros, ya que pasemos dos días convenciendo a Sonia para que nos acompañara en la ruta...

Y esta es otra foto especial:


Este compañero es Javier Herrero, con 66 años, e hizo la ruta entera tambíen, (con Goyo de fondo y su querida BMW). Y es especial para mi, no solo por la edad de Javier, si no porque mi amigo Salvador Domenech, que son 66 años también, estuvo a punto de venir, pero, al final, no se atrevió..., Salva, colega, el año que viene contamos contigo, que sí que se puede hacer Penitentes aunque tengas más de 65 años.

Y haciendo camino, y casi sin darnos cuenta, llegamos al Control 5, donde volvemos a coincidir con los compañeros de la organización del Control 3, y nos fichan el Control 4, ya que les habían avisado de la organización, que no llegamos a tiempo por repostar un poco antes...., perfecto.

Solo nos quedan dos puertos, y queda muy poca luz ya, pero, Pedro decide que tenemos que hacer una parada más...


Es normal, hemos llevado un ritmo alto desde la comida, y casi sin paradas para poder llegar a tiempo, y ahora, que queda menos, apetece relajarse un poco...


Y hay que aprovechar para las últimas fotos del día...



Y la noche nos alcanza...


Y mi querida Varadero en su primer Penitentes..., en los vio por fin, los 18.000 kms...

No obstante, antes de salir, hago balance de todo lo que hemos visto, con fotos cortesía de Ellen Brand:




Y lo que nos quedaba por delante...

Llegamos al Cañón del Añísclo..., estaba atardeciendo, y a mitad del cañón, nos sorprendió la noche, (eran ya más de las 22.00h...), y la organización nos aviso que podíamos, y de hecho, deberíamos, evitar pasar por el cañón de noche..., pero, todos para dentro..., como siempre.

Este cañón, no soy capaz de describir su cruda belleza, su naturaleza salvaje, solo rota por el sonido constante del agua correr un poco por debajo de mi, ni por mirar hacia arriba, y tener que levantar bien la cabeza, para con el casco puesto, ver la parte de arriba de las paredes verticales de las paredes del cañón... 

 Tengo, y de hecho, se que voy a volver a ese lugar mágico, de día, con tiempo, para hacer fotos en los múltiples apartados para ello, y si puedo, con una Go Pro, para poder hacer vídeos casi tan buenos como los de los compañeros, del que voy a colgaros unos enlaces, (el resto, no se porque, pero, no puedo colgarlos...).

Penitentes 2013- El Añísclo anocheciendo, cortesía de German Moya:



Penitentes 2013. Las Goldwing en Añísclo. Cortesía de Javier Bernal.



Ruta Penitentes 2013 4/5/2013. Cortesía de Fidel Cortes.


Y el trailer de Ellen Brand, Penitentes 2013




Y el del año pasado de Ellen Brand:



Nada más terminar el cañón del Añísclo, en una subida, al llegar al cambio de rasante, aparece un compañero con un chaleco naranaja, y se que es de la organización, pero, en medio de la nada, a oscuras completamente, hay un montón de gente, esperando..., es el control 6, el último control antes de la llegada. Y es cuando cuando me doy cuenta, de que los dos controles sorpresa de este año..., no estaban, no había, la sorpresa, es que no había controles sorpresa.

Después de sellarnos, nos preguntan sí queda alguien por detrás, y les digo que solo quedan dos compañeros con custom, novatos, que estaban repostando poco antes de entrar nosotros al cañón. Afortunadamente, me entere después que aunque llegaron a las 2.00h de la mañana al hotel, (el año pasado llegue a esa hora...), no pasaron por el cañón, sino que fueron por la ruta alternativa para no pasar el por cañón de noche. Es lo que mejor que hicieron.

 Antes de seguir, me tuvieron que ayudar a poner la moto recta, para poder quitar la pata de cabra, ya que con la poca pendiente que había, mi altura más que justa para una Varadero del 2008, (son un poco más altas que las del 2005...), ya no podía más, pero, gracias a ese pequeño empujón, pude seguir haciendo camino, aunque, con mucha más calma, ya que habíamos pasado un verdadero infierno para pasar el cañon de noche, con horquillas constantes de primera velocidad, cogiendo el embrague, pie al suelo..., perdiendo 6 veces la tracción en las ruedas, (4 con la trasera, y dos con las dos a la vez...), cogiendo piedras, grava, arena, y solo Dios sabe que más pise..., y entendí a la perfección el cartel de la entrada al cañón que decía así: Atención, carretera sin mantenimiento invernal.

 Al principio me dio risa, pensando que si solo la cuidaban en verano..., hasta que la carretera se hace estrecha, más estrecha, con crateres o agujeros llenos de agua, y que no sabes que tienen debajo..., pero, con calma y tranquilidad, y haciendo dos grupos de tres: Pedro, Marcos, Paulino y Sonia, y Manolo, David, (cerrando), y yo, conseguimos pasar sin ninguna caída, pero, si con un montón de sobresaltos.

Y por fin, conseguimos coger la carretera nacional, y el último puerto de la ruta..., y así, antes de llegar al final, otra parada técnica, queda muy poco, y nos hemos merecido un poco de relax, risas, y contarnos lo mal que lo que hemos pasado en el puerto anterior. Y sí, una vez más, vemos aparecer una moto solitaria en la noche..., sola, y se para con nosotros..., es Goyo. Otra vez volvemos a ser 8, y así seguimos hasta llegar al hotel.

Cuando llegamos al hotel, todo surge de manera espontanea y natural, nos fundimos uno a uno en un fuerte abrazo, y surgen las risas nerviosas. Hemos llegado. Hemos terminado. Y como siempre, ha valido la pena.



Pedro.



Marcos.



Y yo.

Me sigo quedando con lo mejor del viaje: los amigos que encontramos en una ruta larga y dura en moto, Paulino, Sonia, David, Manolo y Goyo.

 Llegamos a las 23.30h pasadas, por lo que, tras cambiarnos de ropa, ducha rápida, cena tranquila y sin prisas..., hasta que cerraron el restaurante, ya que eran las 2.00h de la mañana, y al día siguiente, había que volver a casa.

Gracias a todos por hacer esta edición de Penitentes, la más especial hasta la fecha.