martes, 22 de septiembre de 2015

Velefique, (Almería), lo que da de sí un día entre semana...

 Todo comienza con un simple wasap un domingo por la tarde:

Trabajas mañana?
Vamos a Cazorla?
Mejor Velefique...

 Y así, el Lunes 21 de Septiembre, salgo a la hora de los valientes, (6.00h de la mañana), y con la pequeña verde y yo, directos hasta Santomera, (Murcia), a recoger a Edu y su inseparable Vstrom 650 naranja.

 Llego puntualmente poco antes de las 7.00h, buscamos un bar, tomamos un café, y directos a Mazarrón, Aguilas, y siguiendo la costa, otro café y tostada a las 10.45h, y las primeras fotos del día:


Con estos dos pequeños islotes como mudos testigos, ya que no había nadie..., de momento, esta zona se libra de la masificación de nuestras costas.







Y aquí mi único compañero de hoy, (cosas rara que solo salgamos dos....), cansado, pero, contento de poder volver a salir con la moto.



Mi pequeña máquina verde, después de 5 años con maxi trail, vuelvo a Kawasaki, esta vez con la pequeña ninja de 650, y como Dios manda, verde. Lo que más me esta enseñando esta moto, pese a mis ideas fijas de que no entendía motos por debajo de 1.000cc..., es cuando menos, es más. Sí, es más exigente físicamente, asumes más riesgos para ir al ritmo de las grandes, pero, me lo paso bien, y sobre todo, consume menos...


Para que luego digan que no voy a la playa...




Y continuamos camino, hacia Garucha, que sí que esta masificado, de gente, tráfico, y sobre todo, rotondas..., (y no se como me paso, pero, pase de largo Carboneras con sus impresionantes vistas..., (que desastre).


 Esta vez sí, hemos coronado Velefique, y podemos continuar..., no como en Enero de este mismo año, que la nieve no nos permitió continuar.


Fue una verdadera pena no hacer fotos desde la subida, pero, siempre me pasa igual, mucha autovía, y para cuatro curvas que hay..., como para parar a hacer fotos.








Velefique, sí, unas vistas impresionantes, 1.860m de altura, al cual llegas prácticamente desde el nivel del mar en poco tiempo, con una subida muy rápida, en la que notas la presión por la altura, pero, para mi gusto, tiene demasiadas horquillas, (de ahí su apodo de Stelvio español), que me cortan el ritmo...




Tras despedirnos otra vez de la cumbre, continuamos sin paradas a Bacares, donde tenía visto un sitio para comer, pero, recordé la vez que pase por aquí a ver el observatorio de Calar Alto, (el cual no encontraba el Gps, y ya volvíamos a tener hambre...), y seguimos a repostar a Tíjola, que una vez más, resulto ser un acierto.



Ensalada, dos coca colas, (light, por supuesto...), y tallarines a la carbonara, (sí, soy un enamorado de la pasta).



A Edu también le gustó la comida...



El pollo al horno de segundo, tampoco iba descalzo.



El postre casero: pan de Calatrava. Es una tradición probar los postres caseros..., jajaja.


 Y este es el restaurante en cuestión, el Polígono, en Tíjola, (Menú de 9.5€, el de 15€ con solomillo tampoco hubiera estado mal..., pero, quedaba demasiado camino aburrido).

Eran ya las 16.00h, y teníamos ganas de volver a casa, que quitando el tramo de la mañana hasta el almuerzo, y la subida y bajada de Velefique, apretaba bastante el calor, y tras decidir dejar para la próxima, (que llegará), visitar el Calar Alto, directos a casa, por la aburrida, pero, siempre cómoda autovía.

La próxima, más y mejor.





























2 comentarios:

  1. Para llegar al Calar Alto, tienes que seguir 1 km mas adelante de donde te indica el GPS y encuentras el cruce señalizado, a mi paso igual la primera vez que fui, me enviaba por un camino forestal. La proxima vez no te lo pierdas si esta despejado tiene unas vistas preciosas. Saludos y Vssss

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    1. Muchas gracias Miguelon, lo tengo pendiente para la próxima.

      Gracias compañero.

      Un saludo.

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