jueves, 25 de enero de 2018

1ª 2018: Ampliando Cazorla...


El viaje empezaba mal...


En principio, íbamos a ser 17, pero, viendo la previsión metereológica tan mal, 9 días antes anule las reservas del hotel, y avisé a los compañeros.

Al final, 4 días antes, la previsión volvió a cambiar, y tras llamar a todos, solo pudimos ir 5. Falló personal.

No obstante, aquí estaba en la gasolinera, (5.55h), esperando a Fran que llego un poco tarde. A las 6.35h recogemos a Juanjo y Fernando en Orito, y directos por el interior a recoger a Paco, que viene de Albacete,


 y nos esta esperando en la Venta Pascual, de Hellín, (Albacete).


Después, paramos a repostar en Elche de la Sierra, Albacete, como siempre..., y esta vez, como ya avisé que no habría parada para almorzar, Paco tuvo a bien de venir preparado con una picaeta para todos:



De izq. a der: Paco, Juanjo, Fran, Fernando y Seigen.

Como siempre, el horario es muy ajustado..., y con pocas paradas y buen ritmo, llegamos al cruce al Pantano del Tranco, Jáen, poco antes de las 11.00h,


 Y peleando con la niebla y la humedad...


Para llegar hasta aquí, bajemos mucho el ritmo, e incluso, algunos tramos con los "warning" puestos, y en seguida me recuerda a los Pirineos, y es cuando más hecho en falta a los amigos que faltan en este viaje.



Las motos de este viaje: Seigen con la Tracer, Paco con la GS, Juanjo con la GS Adventure, Fernando con la VStrom, y Fran con su ZX10R. Como es habitual, las motos del "clan" son mayoría.


Parte del casco de Paco "personalizado"...


Fernando y Juanjo.


 Paco.


Seigen y Paco.


De izq. a der. Juanjo, Fran, Fernando, Seigen y Paco.



Nosotros vamos bien equipados, pero, mí más sincera admiración por los ciclistas, con ese frío y humedad. Aquí estábamos a 2.5º.


Juanjo y Paco.


Se nota que faro ha estado funcionando...


Un poco más adelante, en la presa del Tranco. Espectacular.


La niebla es lo que más llama la atención, pero, estando allí, es el silencio total lo segundo que notas.



Nunca he visto este pantano tan bajo de agua.


Y un robado..., a veces, hay que marear bastante para sacar esa foto que consiga transmitir parte de lo que quieres...



De izq. a der. Seigen, Paco, Fran, Fernando y Juanjo.

Continuamos por todo el Pantano del Tranco, y llegamos a Arroyo Frío.


Paco, Seigen, Juanjo, Fran y Fernando.

 Lamentable el estado de la carretera.


Seigen, Fernando, Fran, y Paco haciendo la foto. No había nadie a quien pedir que nos la hiciera...

 No recuerdo que estuviera tan mal la última vez que pasé por allí. Y por supuesto, la humedad es una constante...

Y paramos en el mirador de las Palomas, 


Arroyo Frio al fondo, Jaén:




Juanjo con la Adventure.


Juanjo y Fernando.


Arroyo Frío.


 He oído hablar mucho de este pueblo, pero, al pasar por el, solo me ha llamado la atención lo explotado comercialmente que esta, parecía Benidorm en rural y pequeño. Personalmente me defraudo bastante.


De izq. a der. Paco, Juanjo, Seigen, Fran y Fernando.


Panorámicas...



La ZX10R de Fran, la "Ninja"..., cuantos recuerdos de mi anterior ZX9R.

Seguimos haciendo camino, y por fin, conseguimos llegar al Castillo de la Iruela, Jaén. 


Desde fuera impresiona. Un torreón encima de un peñasco, y varias partes defensivas, pero, desde dentro..., el anfiteatro, es un ejemplo.



O las ruinas de la iglesia.




Llegamos a las 13.30h, y cierran a las 14.00h. Fue una visita express, pero, nos dio tiempo a verlo todo.


Esta muy bien cuidado el castillo, y todo esta inmaculado...


Las vistas y el silencio, merecen la pena el viaje.



La única pega: las escaleras...




Desde abajo impresiona: una torre con sus defensas en un peñasco...






Fernando el vigía...



Seigen.


Juanjo y Fran. Y arriba a donde terminamos por subir.


De izq. a der: Seigen, Juajo, Fernando, Paco y Fran.


Fernando, con una de las múltiples escaleras necesarias para subir hasta arriba. Para bajar, sí que lo notamos más incluso que para subir.

Las vistas desde cualquier punto del castillo con espectaculares.




Fernando, Juanjo, Seigen, Fran, y Paco haciendo la foto desde la parte más alta del castillo.





Fernando.


 A las 14.00h continuamos camino, no sin antes agradecer a la Srta. de la entrada al castillo, que nos hizo un favor enorme al guardarnos en su caseta los cascos.

Y como el hambre apretaba, repostamos rápido antes de comer, y Fran tiene un fallo técnico:

-Jorge, mira. Se me ha doblado la llave, (del contacto).

Buscamos al chaval joven de la gasolinera, por sí tenía algún alicates, (afortunadamente sí que tenía...), Paco, Juanjo y Fernando al ver que no llegamos, volvieron a buscarnos, y nos cogieron haciendo bricolaje para poder enderezar la llave.

Al final, todo fue una anécdota más, y con hambre ya, zumbando a buscar el restaurante que mi compañero Fran de Jaén, tras preguntar a su cuñado, no dudo en recomendarme el Restaurante Baécula, en Santo Tomé, Jáen.



 Fernando posando con las máquinas de las golosinas.



Y Paco también quería...





Hacía calor, y optamos por comer fuera en la terraza. Ideal..., y un contraste, de estar toda la mañana con niebla, y entre 2.5º a 6.5º, estábamos comiendo a 16.5º..., increíble.

El camarero nos dijo que necesitábamos tres mesas para 5 personas, que nos iba a faltar espacio para los platos...





Paco me preguntó sí este sitio era recomendado o lo encontré por internet. Le dije que era recomendado, y que sabía que íbamos a comer bien..., y así fue.




El pulpo a la gallega..., perfecto.

Hable unos días antes con el restaurante, y negocié un menú cerrado con la bebida incluida.


El trato fue de lo mejor, muy atentos para que no faltará de nada.


Fran, Juanjo y Fernando.


Y bebida y comida no falto en ningún momento...


Fran, Juanjo, Ferando, Paco y Seigen.


Fran, Juanjo, Fernando y Paco.


Estos momentos, buena comida, mejor compañía, buenos amigos, compensan con creces todo lo demás, frío, kms, cansancio, todo.

Fran, Juanjo, Fernando, Paco y Seigen.

Y entre solomillos, 



y el codillo al horno de Fernando, 


Juanjo: -Joder, que pasada...


Fernando: -Vamos Juanjo, que tu puedes...


Juanjo: -Que no Fernando, que no puedo.

y no pudo con el..., aunque lo intentó...


Y ni que decir tiene, el resto del viaje fue el codillo al horno sin terminar de Juanjo.


Llego el postre: tarta celebración y helado, más el café.


 Y Natalia, la camarera que tan bien nos atendió, y se hizo la foto con nosotros para el recuerdo.

Tengo que volver a este restaurante a comer en este restaurante con todo el equipo..., la vamos a volver a armar.

Sin embargo, teníamos que volver al hotel. 

Salimos a las 16.30h, es decir, 2 horas comiendo, y nos quedaban otras tres como mínimo..., y apenas hora y media de luz, había que apretar, es decir, paradas mínimas y cortas.

Había un tramo especialmente bueno, desde la nacional, hasta cerca de la presa del pantano del Tranco, que un par de "compañeros moteros" con sendas RT1200, con un ritmo muy inferior al nuestro, no solo no facilitaron el adelantamiento, sino que iban totalmente pegados para que no pudiéramos adelantarlos de uno en uno, y como la carretera era tan estrecha, solo intentarlo era un riesgo totalmente innecesario. Aún hoy sigo sin entender esa actitud. Sí llevo una moto que lleva más ritmo que yo, lo que quiero es que me pase y se pierda, y no tenerlo pegado a mí rueda kms sin parar...

Aún así, paremos en un mirador camino del hotel, y esta fue casi la última foto del día:


Juanjo,Fran, Paco, Fernando y Seigen.

El frío volvió a aparecer en cuanto bajo el sol, y con ganas.


Y con este atardecer tan espectacular en Jaén, y camino a Gontar, Albacete, hicimos el último tramo del día, que como siempre, es duro, y no solo por el frío, sino porque la comida fue..., una pasada.

Y como le dije a Paco, que no hiciera caso al navegador, que yo sabía como llegar, es decir, el "atajo", y que llegaríamos al hotel a las 20.00h. (19.55h para ser exactos)...



El comedor solo para nosotros. Estábamos como en casa.

Casa Pedro de Gontar, como siempre, espectacular el trato, y por una vez, casi no pudimos cenar ninguno...,



(después de pasar tanto frío..., una ducha caliente, alegra la cara a todos),

 y de buena hora, sobre las 23.30h, todos a dormir, que mañana quedaba volver, y ya llevábamos 500 kms encima.

El Domingo amaneció despejado y frío.



Tracer y ZX10R.



Querer es poder, y con RR también se puede viajar, aunque, lógicamente, no es lo mejor para ello.

 De noche -4º, y a las 9.30h que salimos después de desayunar, todavía estábamos por 0.5º...

Y entre Gontar, Albacete, y Pontones, Jaén, nos dio tiempo a jugar con la nieve...





Fernando haciendo un selfie, y cogiendo en el aire la bola de nieve de Juanjo.



Fernando.



Seigen.



Paco.



De izq. a der. Fran, Fernando, Paco, Juanjo y Seigen.



El estado de la carretera era muy delicado..., 


zonas con escarcha, y la omnipresente gravilla fina de siempre.


Este viaje, en esa moto..., Fran no lo va a olvidar, y seguro que repite...


En Pontones era necesaria una buena foto...


Y la conseguí...


Juanjo también consiguió las suyas:


Buenas fotos...


 Pero, para salir..., con el escalón para subir a la carretera, fue un poco complicado.



A Juanjo le costó menos salir...





Como es habitual, una foto en uno de los miradores del Pantano del Tranco. Juanjo, Seigen, Fran, Paco, y Fernando.



Espero que el Tranco recupere su nivel normal de agua..., y lo antes posible.



A Paco todavía le quedaban sandwinch de emergencia.

Y un poco más adelante, tras marear un poco para conseguir llegar a la puerta del Castillo de Sierra del Segura, cerrado por vacaciones dos meses, hasta el 28 de Febrero..., y ya van dos veces que consigo llegar en invierno, (la vez anterior me metí con la moto hasta la puerta, subiendo por los adoquines de piedra congelados), y no puedo entrar.

Espero que a la tercera vaya la vencida.



Me quedo con esta foto desde el mirador del pueblo.

No queda más remedio que continuar, y aunque el plan original era volver y comer en Gontar, la noche anterior decidimos ir a comer a Riopar, ya que estaríamos a 2.5h de Alicante.


Comida muy normalita...,


 (que rápido se acostumbra uno a lo bueno...), 



Paco, con las migas de pan en primer plano, (lo mejor de la comida, con diferencia).

y después de comer, seguimos con el siempre triste y pesado trayecto de vuelta. Riopar, Elche de la Sierra, Hellín, Jumilla, Pinoso, Monovar, Elda y a casa.


El viaje era de 1.000 kms, pero, nos quedamos en 880 kms, pero, por una vez, una hora muy razonable para llegar a casa.

En definitiva, un fin de semana muy bueno e intenso, con la pena de que por no dejar tirado al hotel con pocos días de alteración, dejé fuera sin querer a 12 compañeros.

Pasemos frío, luchamos con la niebla y la escarcha la mañana del sábado, pero, lo compensamos disfrutando del buen tiempo por la tarde, hasta que se fue el sol. El castillo de la Iruela, el Baécula de Santo Tomé, y sobre todo mis amigos, lo mejor del viaje.

Y se merecen una mención especial Fernando y Juanjo, que era su primera salida larga, y Fran, que viaja con una RR, además, era su primera vez conmigo, y reconozco, que no era una ruta apta para todos los públicos: muchos kms, horario justo, paradas cortas.., y Paco, que aunque ya me conoce, y sabe como salimos, siempre que puede, viene desde Albacete, para juntarse con los de Alicante.

Estoy seguro de que vamos a volver. Y con todos los que no pudieron venir.


La próxima, más y mejor.