lunes, 2 de noviembre de 2020

Salida a comer con las limitaciones actuales.

 Domingo 1 de Noviembre: salida de un día, teniendo en cuenta las restricciones actuales..., o como un puente de tres días, para ir a las comarcas del Mataraña y el Priorato se hace inviable, y nos tenemos que conformar con una salida de un día a comer, y encima, dejando fuera a varios compañeros que sin las limitaciones, hubieran estado con nosotros.

 Todo podría empezar así, pero, como dice el refrán..., "A mal tiempo, buena cara".

Salimos a las 7.00h en lugar de las 6.00h..., y salimos Fernando, (Tiger800), Joaquin, (Vstrom650), y Juande, (Vstrom 1000), y en la "rotonda de la sal", (al pasar la Carrasqueta la primera rotonda dirección Alcoy, Alicante), recogemos a Rafa, (Vstrom 1000). Y así los 5, ya que Santi tuvo una avería con el montacargas del garaje y no pudo sacar su moto, dirrección a Valencia, a buscar Millares.

 Tras bajar el puerto, que cada vez me gusta menos..., llegamos al final, y parada técnica para picar algo y seguir.

  Otro día bajaremos con las motos hasta el río....

Y durante la parada,

un constante pasar de grupos de motos hacia arriba,

pero, ningún grupo de motos hacia abajo.

Tan solo bajaron bicicletas, y algún coche.

 Después, enlazamos a buen ritmo Dos Aguas, y siguiendo al norte, las vistas bien merecían una parada rápida:

El silencio, el pueblo de fondo, nosotros allí...

que veníamos por esas curvas enlazadas sin parar,

con un constante pasar de motos en ambos sentidos..., nos confirmaron lo que ya sabíamos, esta es zona motera, y con razón.

Y tras la breve pausa,

seguimos enlazando curvas sin fin de subida. y a buscar desde arriba, el embalse de Benagéber, pero, nos quedamos cortos, y nos conformamos con las vistas desde la zona de Chulilla, Valencia.

El tramo para llegar hasta aquí, es un disfrute increíble. Las curvas enlazadas no se acaban hasta llegar arriba.

Y sabía que seguirían hasta llegar hasta abajo.

Aunque de momento, solo por asfalto..., y de repente, se acaba lo bueno. Desde Millares, hasta llegar hasta casi Requena, (Valencia), ha sido un derrame de adrenalina constante, con subidas y bajadas, enlazadas interminables, con tramos con sombras constantes que cierra la luz por arriba los pinos, con pocos chopos y arboles caducos que nos indican que estamos en el otoño, y con paisajes para el recuerdo, nos toca coger el tramo "soso" de la N330 pasando por Cofrentes, cuyo asfalto cada día esta peor, hasta llegar a Ayora, que nos desviamos por el interior, en dirección a Navalón, Valencia, para evitar pisar Almansa, y con ello Albacete.

 Y por un capricho personal, y tras un pequeño tramo de pista:

 llegamos a los pies de un aerogenerador,

que nos sorprendió a todos por la velocidad de giro de sus enormes aspas, pero, sobre todo, por el ronroneo constante del generador eléctrico.

Tras un rato de charla,

en la que sería la última parada antes de comer,

y habiendo preparado la ruta para muchos kms intensos, y horario para llegar a las 14.30h que teníamos reserva en el restaurante, solo tocaba seguir.

Y todos pensábamos que lo bueno se había acabado. Cansados por la mañana de alta intensidad, solo quedaba dejarnos caer hasta Navalón..., pero, Fernando tenía preparada otra sorpresa en la ruta, ya que nos metimos por pequeñas y estrechas carreteras agrícolas, perdidas en medio del bosque, con tramos con baches hacía arriba que nos hacía saltar sobre las motos..., hasta que sin esperarlo, salimos de la última curva, y justo enlazamos con la rotonda de acceso al restaurante.

 A eso lo llamo yo, llegar curveando hasta el último instante.

Como cambia de color el poder sentarte a comer, después de casi 8 horas de alta intensidad en moto, bebida fría, (todo el día entre los 11º de las primeras horas, hasta los 28º de la inmensa mayoría de la mañana), un plato de caliente, y la mejor compañía posible, es sin duda, el mejor momento de la ruta.

Seigen, Juande y Fernando, (faltan Joaquín y Rafa).

 Después de comer, mareamos un poco para no bajar muy directos, al Puerto del Moro, Biar, Castalla, y ya en Tibi, (Alicante), Rafa estaba cerca de casa, y el resto, por autovía, directos a casa también.

 Esta ruta ha sido condicionada por la situación actual, pero, como se suele decir, hacemos siempre lo que podemos, y a parte de las curvas, que es lo que más nos gusta a todos en la moto, me quedo con los paisajes tan increíbles que Valencia tiene escondidos en su interior.


Y por supuesto, no nos olvidamos de todos los compañeros que nos hubiesen acompañado, pero, por las restricciones no ha sido posible, por ello, en cuanto podamos, la situación mejore, y podamos salir como siempre, tenemos que repetir esta ruta, saliendo más pronto, y disfrutando más si cabe.


Y entre 500 y 583 kms otro día más en el grupo Más Curvas de Facebook, en el cual, colgamos todas nuestras y salidas para quien las quiera compartir con nosotros.


La próxima, 21 o 22 de Noviembre..., y será más y mejor, como siempre.