El objetivo era alcanzar las 4 cifras, volver a la Ruta del Silencio, pero, sobre todo, desconectar al máximo por Castellón y Teruel.
A las 6.00h casi todos en Alicante, pero, avisó Pepe de Murcia, que llegaba con Amalia un poco justo, por un aviso de su RT1250. Y ya estábamos todos, Fernando y Eva, (Tiger 800), Roberto y Rosa, (Versys 1000), Iván, (GS 750), Juanmi, (MP3 Sport), Plazas, (Tracer 900), y Seigen e Isabel, (Tracer 700). Y directos a recoger a Rafa y Lola, (Vstrom 1000), y Juan, (Vstrom 1000), a buscar a Rai, (R1200R), en Valencia. Y así, todos juntos, 4 de Murcia, y el resto de Alicante, comenzamos a curvear sin parar desde Marines, Valencia, a enlazar con Segorbe, Castellón, y hasta..., esto es una sorpresa para más adelante, ya que los compañeros no sabían donde pasaríamos la noche, ni siquiera, que haríamos la Ruta del Silencio.
El tramo de Marines a Gatova, y prácticamente hasta llegar a Castellón un chorreo constante de ciclistas, grupos grandes, 3 o 4 de ancho, equipos con vehículos de asistencia..., cambios de ritmo constante, pero, comparando los 16º de Alcoy, a los 28º de Gatova, se llevaba bastante bien.
Parada a media mañana para comer algo, y seguimos a por la curva de lazo en Eslida y Aín, en la CV-223:
Es un tramo corto, pero, sigue llamando la atención la curva de 360º constantes, ver como la carretera sigue por encima varios metros por arriba, el túnel sin iluminación, y de repente, ya estas arriba.
Castellón, la Sierra de Espadan y enlazar con la Sierra del Maestrazgo, tiene detalles como estos, que llevas horas sin dejar de enlazar curvas sin parar, bordeas y cruzas multitud de ríos, y paisajes increíbles, y todavía queda tramo intenso...
Además, en estas zonas, la humedad y la sombra se agradecen.
Y hay un pequeño tramo de tierra, donde siempre paramos:
La temperatura era agradable,
pero,
el sol castigaba sin miedo...
Rai. Y aprovechamos la parada, hidratarnos, fotos, risas mirando el paisaje,
alguna foto...
Y miradas de cuantas curvas quedan...
De izq. a der. Pepe y Amalia, Rafa y Lola.
Fernando y Plazas.
Roberto y Rosa.
Isabel y Seigen.
Estas cosas no se olvidan.
El MP3 de Juanmi, que nos sorprendió a todos con el paso por curva en esta versión Sport...., digno de ver desde atrás, pero, sobre todo,
desde el retrovisor.
Los compañeros que venían por primera vez con nosotros, se sorprendieron de estar tantas horas, enlazando curvas sin fin.
Y después, llegamos al pueblo de los grafitis, Fanzara, todavía en Castellón, donde lo que más apetecía, era tomar algo frío..
Sigue haciendo calor.
Mucho...
Y para remediarlo, pasamos por aquí:
Para nosotros esta parada es un clásico.
Comparando con la última vez que tuvimos que salir sin mirar atrás, porque nos pillo nevando...., ha sido un contraste interesante.
Puertomingalvo es precioso, pero, las vistas y el entorno,
lo hacen más especial.
Había un poco de hambre, pero, sobre todo, mucha sed...
A las 14.30h, como estaba previsto, a comer..., Rosa, Roberto, Iván, Rai, Juanmi, Fernando y Eva.
Isabel, Seigen, Rafa y Fernando.
Iván. Aurora, Juan, Lola y Rafa.
Fernando, (espalda), Roberto, Rosa, Isabel y Seigen.
Juan.
Como a todos, nos gusta salir, hacer curvas, ver paisajes, algo de turismo, pero, ya que estamos lejos de casa, que menos que comer bien, no...?
Entrecot.
Isabel.
Ternasco.
Parrillada.
Solomillo con salsa de frambuesa y fresas.
Seigen.
Bacalao.
Para los entrantes, no caímos en hacer fotos...
Tarta de chocolate.
Y aquí tengo que hacer un inciso: gracias a Pepe, de Castellón, el restaurante que me recomendaste hace años, y que por fin pude conseguir reserva para 15, es espectacular. Lo has clavado.
Después de comer nos quedaba 1h 45m hasta el hotel, y de tirón...
El tiempo de momento, estaba de nuestra parte.
Aunque las primeras horas amenazaba lluvia, cielos despejados y buena temperatura. Y Morella al fondo.
En esta segunda parte del día, la intensidad de las curvas bajó, y los bosques dejaron paso a las praderas.
Algo que agradecimos bastante.
Y haciendo kms nos metemos en Horta de Sant Joan, Tarragona, donde teníamos el hotel.
Ducha rápida, ropa de civil, y a tomar algo frío, y unos pocos, a ver el casco antiguo.
Sorprende un poco, aunque, el casco antiguo es más bien pequeño,
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merece la pena las subidas empinadas.
Eva.
Picasso pasó unos meses en este pueblo.
Y tras la última copa, solo quedaba cenar.
Ensalada con queso de cabra.
Solomillo.
Pescado.
Cuajada con miel.
café, y un rato charlando, para llegar al final de día, con calor para dormir, pero, mañana tocaba volver.
Domingo 13. Al final, conseguimos que nos adelantaran el desayuno a las 8.15h...
A las 9.10h ya estábamos en la carretera de nuevo.
Todos habían oído lo de la Ruta del Silencio, y durante la cena del día anterior, confirmamos que iríamos.
El Domingo es muy diferente al sábado.
Menos bosques y curvas cerradas.
Más espacios abiertos, curvas amplias con mucha visibilidad, zonas rápidas...
Algo previsto y calculado en previsión al cansancio lógico.
El primer día todos frescos y llenos de adrenalina.
Los kms se notan, pero, el cumplir los objetivos previstos, compensa.
Merece la pena el esfuerzo y el calor para llegar.
Seigen y Roberto.
Muchas veces no somos conscientes del enorme esfuerzo que hacen nuestras mujeres, parejas, acompañantes, etc..., sobre todo, cuandos los kms se acumulan, el cansancio y la fatiga son importantes, y lo más importante, es muy aburrido ir detrás y no conducir. Mí más sincero reconocimientos desde aquí a todas ellas.
Hacemos la famosa ruta hasta la cabra:
Hemos vuelto, más tarde de lo previsto, pero, hemos hecho lo que más nos gusta, compartir nuestra pasión con todo aquel nos quiera acompañar.
Y desde aquí, con todos vosotros también.
Seguimos camino a los Organos de Montoro.
Rafa, Rai, Plazas, Fernando, Eva y Pepe.
Los compañeros no lo sabían, pero, nos quedaba una sorpresa más por enseñarles.
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Un clásico para nosotros.
Y tan solo esperábamos que les gustara...
Pitarque, Teruel.
Siempre merece la pena tomarse un rato y parar aquí:
Fernando y Eva.
Silencio, solo roto por el constante correr del agua.
La compañía siempre es lo mejor del viaje.
Iván.
La Versys 1000 de Roberto.
Iván, y ganas no faltaban.
Pero, siempre toca seguir...
La temperatura no dejaba de subir...
Y bajar dependiendo de la altura.
Ya íbamos sin paradas hasta el restaurante.
Y se iba acabando lo bueno.
Pero, nos faltaba una última sorpresa a todos,
totalmente inesperada...
porque, el año pasado estaba la carretera aceptable,
los últimos 6 kms antes del restaurante...
estaban mucho peor que el tramo de Pitarque.
Sin embargo, con paciencia y buena letra, llegamos a comer.
Y como siempre, con Pedro, espectacular el trato que tiene con nosotros.
Isabel, Seigen, Fernando, Eva, Lola, Rafa y Juan.
Iván y Juan, que junto con Pepe y Aurora se estrenaban con nosotros, y sobre todo Iván, que era su primer viaje en moto.
Y ya nos quedaba solo volver a casa, y solo nos quedan recuerdos:
Momentos inolvidables para el recuerdo.
Paisajes que hay que vivirlos.
Vistas increíbles.
Y ya tenemos todos ganas de volver,
con más frío, y menos kms.
Y un poco más adelante.
Roberto y Rosa, que me quedo con las sonrisas y gestos de todos. Ha sido un viaje físicamente exigente, y con suerte con el tiempo, solo nos hizo calor al pasar Valencia, y en seguida nos cogió el atardecer.
1.200 kms los compañeros de Murcia, 1.065 de media los de Alicante, y solo nos queda lamentar la ausencias de Vicente de Castellón y Sergio de Valencia, por causas de fuerza mayor no pudieron venir, no obstante, tenemos pendiente con ellos este viaje, o el siguiente...
La próxima, más y mejor.
