El día comienza con una muy buena mañana.
Y las motos en su sitio...
Y bajamos a tomar un café, para hacer tiempo hasta las 9.00h, y juntarnos todos otra vez.
Aquí se come genial, tanto en comida como en cena, pero, el desayuno, con su pan tostado, jarras de leche y café, y sobre todo, el tierno bizcocho casero con un suave toque de limón..., es lo mejor.
(Además, aquí tengo que hacer un inciso: http://www.casapedro.info/ es un sitio, tanto para comer, como para dormir increíble. Nos trataron muy, pero que muy bien, y tanto el trato humano, como el servicio, y por supuesto, la comida, fueron impresionantes. De hecho, seguro que volveremos.)
Y como no vamos a tocar las motos, y tenemos tres horas hasta la comida, toca caminar un poco, y ver como están los alrededores, y así, decidir la mejor ruta para volver a casa.
Un pequeño paseo, y como siemrpe, la nieve de fondo, y el omnipresente silencio.
Ya conocíamos esto de la noche anterior...
Aun así, de día, se ve diferente...
Donde estaban las motos, estaba todo despejado de nieve.
Paco...
Mudo testigo de toda la nieve y el hielo de la noche anterior...
El menú: pero, esta vez. no tenían entrecot a la pimienta, ni los primeros con carnes de caza...
Revuelto de champiñones.
Solomillo con salsa a la pimienta. Espectacular.
Paco, que sería el primero en llegar a casa...
Miguel, y su pedazo de moto, que no dejo indiferente a nadie.
Kuki, con su primer viaje con su Vstrom.
Antonio y Flori, que pasaron lo suyo también la noche anterior.
Rafa y Lucy, para ser su primer viaje con nosotros, parecía que nos conociéramos de toda lavida.
Paco, repasando la ruta antes de salir.
Y ya últimando los detalles, repostar en Yeste o en Elche de la Sierra, (al final, la segunda opción).
El camino de vuelta, como siempre, de pura transición: atajo otra vez, hacia Yeste, Hellín, tramo de autovía hasta Jumilla, Monovar, Novelda, y en casa antes de las 20.00h. Todo un record.
Tan solo me queda agradecer a mi amigos, el fin de semana tan increíble, y aunque pase más miedo que hecho de encargo el último de tramo de 50 kms el sábado por la noche, valió la pena. Sin ninguna duda.
Gracias a todos y hasta la próxima.