lunes, 26 de enero de 2015

Ruta a Carboneras, Velefique..., y desvío forzoso. (Sabado 24 de Enero 2015).

Esta era una escapada muy especial..., porque, primero, estaba preparada para Noviembre, pero, por la lluvia, se tuvo que aplazar..., y al final, salimos el 24 de Enero.

 Antes de las 6.00h en nuestro punto de partida habitual: la famosa Repsol al lado del Decathlon. Y ya estaba Miguel, y poco después, llegaron Rafa y Jeny, y empezamos la aventura, (porque, al final, es lo que fue...).

 A las 6.30h, llegando al segundo punto de recogida en Crevillente, me llama Antonio, que tiene problemas, pero, que al final, hará lo posible por venir, y llamo a Jose, que estaba a 5 minutos. Tras unas llamadas y mensajes por wasap, ya somos 5, y seguimos al último punto de recogida, Santomera, donde nos esta esperando Paco, que viene solo desde Albacete, y poco después, ya llegan Antonio, su novia, y Kuki juto a Rus, y tras unas risas, un café, y más frío y aire si cabe, seguimos haciendo camino para buscar Mazarrón, (Murcia).

 Y..., salgo detrás de Jose, y solo veo por detrás la GS de Paco, y la Kymco de Miguel,


 pero, no veo a los demás..., y al final, tras varias llamadas y wasaps, seguimos hacia Mazarrón, hacemos Aguilas, (puerto pequeño, con asfalto muy malo, pero, aún así, siempre es un placer hacerlo, y con sorpresa incluida, ya que tenía a su derecha un enorme almendro en flor, que fue una verdadera lastima, no haber parado para hacer una foto, pero, estábamos a buen ritmo, y no era plan de parar...).

 Seguimos haciendo camino, y encontramos un bar, donde paramos a almorzar,




 mandar nuestra ubicación por wasap, y esperar al segundo grupo, que llegaron poco después, (tras pasar por la Manga, y un pequeño tramo de autopista), donde almorzamos todos juntos, y con un retraso considerable respecto al plan incial, seguimos para buscar Garuña, y Carboneras, (Almeria).

 ¿Que puedo decir de Carboneras...?


Sus vistas...


sus impresionantes curvas...


o el ambiente que siempre me rodea cuando voy allí.




Sin pasar por alto fotos especiales:



 Ha venido bien hacer esta parada, muchas fotos, más risas, un momento para la reflexión con la suave brisa del mar en la cara, el sol de justicia deleitándonos con su tierna caricia..., pero, ya llevamos mucho retraso, y queda mucha ruta por delante. Bajamos a muy buen ritmo el último tramo del puerto, y llegamos a Agua Amarga, lo cruzamos, paro un momento para comprobar mis indicaciones sobre que carreteras tengo que coger, y seguimos..., y otra vez, me falta gente. Esta vez, solo viene detrás Jose, y me faltan todos los demás. Seguimos un poco más por la nacional que no tiene perdida, y paramos en la primera rotonda que nos encontramos, justo antes de coger otro pequeño tramo de autovía... Llamadas, más wasaps, vamos localizando a la gente poco a poco, y sorpresa, mi GPS del móvil ha dicho basta: buff..., ahora, solo queda preguntar, y las indicaciones en papel que prepare la noche anterior.

 Y por fin, con todos juntos de nuevo, autovía, (que manía les tengo...), y a buscar Velefique.

Antes de llegar a Tarbenas, ya veo el observatorio de Calar Alto, totalmente nevado, y media montaña también...., y tan solo espero que las carreteras estén despejadas. Tras preguntar en una gasolinera, (que nos habíamos pasado un desvío), cruzamos Velefique, y empezamos la subida al puerto, y veo que el cartel con la información del puerto, pone que esta abierto, tanto como para turismos como para camiones...

 Espectacular, todo..., las vistas, el trazado, el asfalto..., perfecto, hasta que empiezan a aparecer montículos de nieve, y cada vez más grandes y extensos. Pasamos con mucha precaución, buscando pequeños carriles de asfalto negro entre tanto blanco, resulta relativamente fácil, hasta que empezamos a coger tramos, que no hay camino, hay que pisar sobre la nieve. Bien, conseguimos pasar, y de repente, la cima:



Frío, sin concesiones.


Emociones para todos los que nunca habían estado allí..., (los entiendo perfectamente, yo solo había subido una vez antes, y sin nieve...).





Esta foto resume perfectamente lo mucho que me sorprendió Miguel con su Kymco 400 de tan solo 36cv. En una ruta dura y exigente, con un horario muy ajustado, con muchas subidas y puertos espectaculares, y lo mejor de todo, con nieve por todas partes, y a ritmo muy bueno, y con nosotros a todas partes, (sin olvidar que eramos 5 trail: Varadero 1000, dos GS 1200, Vstrom 650 y Tiger 800, y la famosa Bandit 650 de Jose, una naked).




Genial. Va todo genial..., hasta que me dice Paco:
- Jorge, ¿podremos seguir hacia delante....?
-Por supuesto Paco, esto es precioso.
-Pero, ¿has visto lo que hay delante?
-No...


No puede ser.



Aun así, sigo caminando entre la nieve a ver sí más adelante esta más despejado...


Pero, este tramo ya era demasiado...


Y seguimos un poco más...












Esta foto me gusta. Tiene algo especial...


Y esto ya es demasiado. Un poco más adelante, ni se ve la carretera, es todo un manto blanco eterno. Toca avisar a los compañeros. Vamos a dar media vuelta. Comienza el principio del fin, ya que no tenía previsto que Velefique estuviera cortado, (supongo, que el cartel informativo a la entrada del puerto, les hubiera faltado poner que estaba cerrado para las motos..., aunque, siendo sincero, hubiera subido para intentarlo...), y ahora, tocaba dar un rodeo, por lo que los horarios ya no se iban a cumplir...., pero, somos moteros,






 y ante la adversidad.



nos crecemos.



Y en consecuencia, seguimos con el cachondeo...







Le acabamos cogiendo cariño al muñeco de nieve.

Damos la vuelta, volvemos a bajar el puerto, (teníamos la intención de hacernos la foto en el mirador, donde es tradición.., pero, no llevábamos palas para la nieve), y esta vez, con Paco delante, (el único que llevaba Gps), a buscar Gontar, (Albacete),y sin parar a comer en Cullar, (Granada), ya que sabíamos que llegaríamos demasiado tarde, (de hecho, a las 18.00h, cuando teníamos pensado llegar a las 15.00). Sin embargo, pasemos por un sitio que no tenía previsto: de Velefique, a Tarbenas, y a Olula del Río, y resulto ser un tramo intenso, demasiado rápido para mi gusto, pero, muy intenso, y muy recomendable para las RR...

Al pasar por Cullar, y ya con el sol cediendo terreno a regañadientes a la luna..., la temperatura bajo en picado, (a partir del as 19.00h, esperaba temperaturas de bajo cero hasta la mañana siguiente), y directos a la Puebla de Don Fabrique, (Granada).

Después de repostar, salgo el último, y me doy cuenta de que voy con el casco sin abrochar, hago ráfagas de luces, y paro, en un lado. Entre que me quito los guantes, abrocho el casco, y vuelvo a poner los guantes, estoy más solo que nunca, y con el atardecer dejando una hermosa imagen en mis espejos, voy zumbando hasta la Puebla de Don Fabrique, donde, menos mal, me están esperando Jose, Antonio y Flori, (con problemas de altura con las luces auxiliares...), Kuki y Rus. Pregunto donde están los demás, y se partió el grupo en un semáforo, y han seguido haciendo camino.

Otra vez en dos grupos separados, y ya con noche cerrada, con más frío que nunca, solo quedaba avanzar, que ya eran las 19.00h, y había avisado al hostal Casa Pedro de Gontar, (Albacete), que llegaríamos a las 20.00h, (pero, el dueño del hostal ya me aviso por la mañana, que no subiéramos por Murcia, es decir, por el Nerpio, que la carretera estaba muy mal por el hielo, que fuéramos por Granada, por la Puebla de Don Fabrique). Pero, nada más salir de la puebla, voy delante, Antonio y Kuki detrás, Jose cierra, y no llegan. Paro. Vienen, volvemos a salir, y vamos a menos de 25 por hora..., y los sigo perdiendo. Lógico, nunca han ido con nieve e hielo, y sí a eso, le sumamos noche cerrada, un frío negro sin concesiones, carreteras desconocidas, sin comer desde el almuerzo de la mañana, cargados y con pasajero, bastante hicieron con poder continuar. Voy abriendo camino, y yo también tengo problemas, por lo visto, por el frío, se enganchaba el botón de bloquear las largas..., y cada vez que me cruzaba con un coche, entre los guantes de invierno, las manoplas, y el frío, un espectáculo para poder quitar las largas, y las cortas las llevo demasiado bajas..., maravilloso. Tras una parada, (casi todo el día, Jose y yo íbamos conectados con los intercomunicadores), Jose se viene conmigo, y sin darnos cuenta, en dos curvas, ya habíamos perdido a los hermanos, (Antonio y Kuki), y habíamos pasado por un tramo especialmente complicado, con nieve sin parar durante más de 10 metros, en plena bajada y curva cerrada ciega de derechas..., precioso. Es cuando decidimos que tenemos que cambiar el sistema, y la final, acertamos. Seguimos en este orden: iba delante, Antonio y Flori detrás, Jose en medio, y Kuki y Rus detrás.

 Las horas seguían cayendo. Llevábamos los depósitos llenos, (una cosa menos de que preocuparnos), pero, no teníamos cobertura, ni gps, y aunque me conozco la zona, siempre he pasado de día, y de noche cerrada, con todo el monte bajo un grueso manto blanco, sin ningún sonido, aparte del ronroneo satisfecho de la moto..., cambia mucho.

 De repente, haciendo curvas, pisando nieve cada vez con más confianza, pasando con más pena que gloria sobre el simpático hielo, llegamos a la gasolinera de Santiago la Espada. La adrenalina se dispara, solo nos queda el último tramo, el más enrevesado y estrecho, cruzar el atajo, y ya estaríamos en el hostal.

 Y sí lo de antes fue duro..., esto peor.

Carretera muy estrecha, pero, me la conozco muy bien, y sin darme cuenta, abro mucho hueco con Antonio, por lo que tengo que parar en medio de la carretera, o mejor dicho, en medio de la nada más absoluta. Veo las estrellas en un cielo totalmente despejado, pero, no veo ningún tipo de luz, y solo estoy rodeado del más absoluto silencio, solo roto por el ralenti de mi querida moto, (nunca me ha fallado, pero, en ese momento, hubiera sido dramático...), y es cuando verdaderamente te das cuenta de la experiencia que estas viviendo, de hecho, de lo peligroso que es rodar solo, porque, sí piso nieve o hielo, y me voy al barranco, nadie lo sabe, mis compañeros tendrían como 30 kms de carretera para adivinar por donde me he caído..., y con temperaturas de máximo -3º...

 Pero, tras unos angustioso minutos, ya veo a Antonio por el espejo, y seguimos avanzando penosamente, con Jose preguntando cuanto queda, cuantos kms..., y yo solo sabía que estábamos cerca, que en condiciones normales son solo 30 minutos, pero, en estas condiciones..., estábamos muy cerca ya, y mi miedo ahora, es que la quitanieves, no pasaría por el atajo..., y hay un tramo de tierra, y como haya dos palmos de nieve..., y no podamos cruzar, definitivamente, no llegaríamos esa noche a Gontar, y tendríamos que buscar un alojamiento donde fuera, porque, con el atajo, son 30 minutos, y por la ruta normal, hay que subir a Yeste, y bajar como si fuéramos casi al Nerpio, y son dos horas...

 Afortunadamente, estábamos bajando de altura a buen ritmo, y la nieve empezaba a clarear, y en algunos tramos, la carretera estaba bastante limpia..., y llegamos al atajo, a la hora de la verdad:

Despejado. Otro subidón de adrenalina. Seguía habiendo nieve, pero, estábamos por fin a menos de 4 kms de nuestro destino.

 Y al terminar de subir una pequeña pendiente, vuelvo a esperar al grupo, y Antonio, se para a mi lado:

-Jorge, tío, no pares. Vamos, vamos..., que tenemos que llegar, y no podemos parar.

-Tranquilo Antonio. Todo ha terminado. Hemos llegado. Eso es el hostal. http://www.casapedro.info/

Y allí estaba Paco, haciéndonos señales con su linterna, y el dueño del hostal preocupado llamándonos por teléfono, porque, eran ya casi las 22.00h de la noche. Habíamos tardado casi tres horas, para hacer 50 kms..., en una experiencia increíble.

Ya con las motos aparcadas, vino Rus a abrazarnos y a darnos las gracias a Jose y a mi por no haberlos dejado tirados.

Como cambia todo. Con solo cambiarte de ropa, y sobre todo, descansar de las botas heladas, calcetines limpios y secos, y la calefacción a tope..., llega un momento, en que te paras, y no te crees lo que acabas de conseguir. Es una sensación impresionante.

Bajo a cenar, (el último, como siempre), y están todos mis compañeros, (menos mal, no tenía claro que pudieran llegar, aunque fueran delante, no sabía sí habían hecho caso al Gps, y hubieran seguido por el Nerpio..), ya que habían llegado excasamente 10 minutos antes, y porque preguntaron a una buena señora, que fue capaz de explicarles donde estaba el famoso "atajo", porque sino, hubieran continuado hasta Yeste, y hubieran buscado donde dormir como sea..., pero, todavía queda gente buena, (al menos, en los pueblos pequeños), y estábamos todos juntos otra vez, calientes y secos, y tocaba cenar.


Casi no nos creíamos que habíamos conseguido llegar.


Pero, aquí estábamos,


y tocaba contar las experiencias,


las anecdotas, como cuando pasamos por Santiago la Espada por la puerta de un bar, y sale un señor, llevando las manos a la cabeza, y gritarnos: Pero, ¿a donde vais...?


Y momentos muy puros e intensos, como cuando Rafa dijo:
-Esta noche, me he dado cuenta, ahí fuera..., de que no iba con un compañero, ni con un amigo, simplemente..., estaba con mi hermano. Gracias Paco.

 (Esa fue la mayor recompensa para todos después de todo lo que habíamos pasado).



Y esta foto, con Jose en primer plano, expresa a la perfección la experiencia.

 Para la mañana siguiente tenía preparada una muy buena ruta, pero, tras ver el estado de las carreteras, decidimos entre todos, descansar a la mañana siguiente, desayunar a las 9.00h, comer a las 13.00h, y salir de vuelta a casa a las 14.00h, pero, eso sería al día siguiente. Ahora tocaba pedir un par de botellas de vino, compartir la cena, un café caliente, y dejarnos llevar en los brazos de Morfeo.

1 comentario:

  1. Madre miaaa,madre miaaa y madre mía lo que habeis pasado.... Una pasada,un apunte que no me cansaré de decírtelo nunca...muuuuuucha gente.

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