Sábado 23, 5.58h, llego a la gasolinera, estamos casi todos. Respostar, presiones, algún café, las primeras risas del viaje, y en marcha a las 6.15h, a recoger a Rafa y Pepín en Ibi, Alicante.
Todos juntos, y por autovía hasta Soneja, Castellón, (Juanma se nos perdió por delante....), y paramos a almorzar en Chovar, restuarante La Carbonera, Muy bueno el pan y el bocadillo...
A falta de Juanma..., de izq. a der. Rafa, Fernando, Seigen, Pepín, Javier y Juami.
Y ya todos juntos. Fernando, Rafa, Juanma, Seigen, Pepín y Javier.
Con las estufas de leña, se estaba muy a gusto, pero, teníamos que seguir...
Y nada más salir, ya estamos en zona de curveo intenso..., Castellón en estado puro.
No hay muchos sitios buenos donde parar....
Y teníamos que aprovechar....,
Además, hay quien les tiene manía a los scooter, porque, sí no son TMax no son efectivas....
pero, una vez más, el "triciclo", (MP3 de Juanmi), demuestra que todas las motos valen para viajar y compartir la experiencia con amigos..., aunque no tenga carnet de moto.
En la última escapada, una Kymco 350 con dos, y en esta, Juanmi con su MP3...
Y poco después, volvemos a parar:
Vi desde la carretera a un pariente de la cabra:
Al final era la familia al completo...
Rafa y Juanma, con frío, pero, contentos.
Y una muestra de lo fácil que es llevar el mapa cuando pasamos la ruta, por lo que pueda pasar...., el "roadbook" de Pepín:
Hasta llegar aquí, habíamos tenido algo de viento, temperaturas entre 9º y 14º, pero, llegando..., el viento era un problema muy serio para nuestra seguridad,
la temperatura cayó en picado a 1º:
La idea era hacernos una foto de grupo como el año pasado, pero, con el frío y la nieve cayendo, la mayoría quedo arriba, para bajar y pasar de tirón.
Y no se aprecia en las fotos, pero, esta nevando...., con rachas de viento cruzado y lateral, que costaba mucho trabajo estar parado con la moto mientras llegaban los demás, por no mencionar el frío y la humedad, que hasta ese momento iba con los guantes de piel de verano,(con las manoplas), y tuve que pasar a los gordos de invierno con gore tex, y los puños térmicos a media potencia, y aún así, teníamos que salir de allí cuanto antes, ya que un poco más adelante, en dirección contraria a la nuestra, la tormenta de nieve no admitía demoras....
De donde veníamos:
A donde íbamos:
Y como no, un poco más..., una carretera rota y descarnada, es lo único que nos faltaba con el fuerte viento y la nieve..., pero, es lo que tienen las invernales.
Conseguimos llegar a Vistabella del Maestrazgo, y paramos a repostar, (la MP3 de Juanmi tiene menos autonomía que las demás motos), y otro espectáculo para repostar. El viento me tiró el casco de la papelera nada más dejarlo, las motos con las patas de cabra, la mirabas sin parar, por sí se caían, y así, uno tras otro, hasta repostar en modo "self service", para continuar hasta llegar al restaurante La Carrasca, en Culla, Castellón.
Seigen, Pepín, Juanmi, Rafa, Javier, Juanma, y Fernando haciendo la foto.
El tramo desde el almuerzo hasta la comida..., complicado por el viento, moviendo las motos, hasta el punto, de poco antes de repostar, casi nos caemos casi todos, al coger una "esquina" en pendiente, de unos 75º, en 1ª velocidad, casi parados...., pero, sin poder apoyar el pie, porque el viento no dejaba de empujar...., y sin olvidar a nuestro querido amigo el frío gélido, que fue brutal, ademas mí Gps no reconoció la carretera rota, (ya estaba previsto e iba Fernando abriendo el grupo), y por fin, llegamos, a 3º, helados, pero, contentos. Los tramos tan increíbles de curvas y paisajes, compensaron con creces el esfuerzo.
Javier, Juama, Fernando, Seigen, Pepín..., ahora, tocaba disfrutar de la compañía y buena comida.
El entrecot a la brasa, era para echarle valor....
Soy de la humilde opinión, que cuando sales en moto, madrugas, pasas frío o calor, cansancio, muchos kms y horas conduciendo..., que menos que comer bien, no...?
Reconozco que soy un apasionado del dulce..., y cuando vi en la carta de postres "cuajada de queso de oveja con turrón y miel"...., lo tuve claro:
Y espectacular. Lo mejor de la comida. Después, el café, y tocaba volver a dejar el restaurante calentito, volver a ponernos capas de ropa como una cebolla, y equipados, otra vez al duro frío del exterior..., pero, genial, hacía más frío y viento que antes de entrar.
El viento aquí se lo tomaba con calma...
Pero nuestro querido amigo el frío, no tenía a bien a dejarnos ese día....
Por lo tanto, lo más protegidos que podíamos, y de camino al hotel, que tenemos dos horas y teniendo en cuenta que son las 16.30h, llegaremos de noche apenas los últimos kms. De momento, todo previsto según nuestra planificación.
El atardecer nos espera soñoliento, con el sol cayendo perezoso por el horizonte, obligando a bajar mucho el ritmo, y creando juegos de luces y sombras, como para despedirnos de esta tierra tan espectacular. Era todo precioso, hasta que poco después de pasar Benassal, todavía en Castellón, me doy cuenta de que voy solo..., estaba abriendo el grupo, y estaban todos detrás de mí hace apenas un momento.
Paro en la primera recta que veo, llamo a Fernando a través del intercomunicador, (el también va conectado como yo), y me dice que de la vuelta, que Juanma ha tenido un fallo mecánico.
Vaya racha llevamos, la anterior escapada del mes pasado, dos averías, y esta, otra más..., al final, decimos al resto que nos va a coger la noche, que nos quedamos Fernando y yo con Juanma, y que sí quieren, ellos pueden seguir hasta el hotel.
Nadie se movió, ni sí quiera se lo platearon. Todos con Junama hasta que pudo llegar la grúa de la asistencia en carretera. Son esos momentos en que sientes un orgullo puro y sincero por los compañeros que comparten contigo ese viaje. No esperaba menos de ninguno de ellos.
Dos horas después, llego la grúa, y casualidad, el mismo que el año pasado ya se tuvo que llevar de vuelta a Elche la moto de Juanma el año pasado...
Con la moto cargada, empezamos el duro y triste camino de vuelta al hotel.
Noche cerrada, -3º. Eso ya no era frío, era algo personal contra nosotros, seguro. Y cuando ya pensábamos que no podía ser peor, cogemos nieve desde Catanvieja hasta Villaroya de los Pinares:
Nieve, Los quitanieves pasaron el día anterior, y la carretera estaba limpia, pero, casi toda mojada, y de noche, una lucha desesperada por encontrar posibles placas de hielo, a muy baja velocidad, sin cruzarnos con nadie, y mucho menos que nos adelantaran..., y pasando más pena que gloria, muertos de frío, sobre todo con los pies, (menos Juanmi, que estrenó plantillas calefactables de los chinos...), conseguimos llegar al hotel a las 20.40h. Más de dos horas y medía en un tramo, que no hubiera llegado de día a hora y media. Pero, las cosas son así, y al mal tiempo buena cara, y sobre todo, todos juntos, llegamos bien, con frío, pero, sin problemas al hotel.
Nada más abrir la puerta, y el "bofetón" de la calefacción en la cara..., más el poder cambiarte de ropa, ducharte con agua caliente, sobre todo en los pies..., sin olvidar la compañía, y una buena cena, se aprecian mucho más de lo normal.
Nada más salir de la ducha a cenar..., y parece mentira, como una simple crema de champiñones caliente, siente tan bien....
Sentado caliente en una mesa con tus amigos, con comida delante, sabiendo que vas a dormir como un niño...., después del infierno de frío, la tensión por el estado de la carretera, y más de 12 horas de moto, esto es pasión por la moto.
Entre una cosa y otra, mañana será otro día, y como mínimo, seguro, que con menos frío.
La Gs Adventure de Javier arrancó, pero, tras unos segundos, se paró, y ya no pudo arrancar...
Vuelta a llamar a la asistencia en carretera, pero, le dije a Javier que seguro que el del hotel tiene pinzas para arrancar, (seguro que están preparados para el frío), y así fue. Con los cables y una de nuestras motos, conseguimos arrancar la GS, y tras esperar unos minutos, seguimos para volver a parar a la salida del pueblo para repostar.
El hotel Esther de la Virgen de la Vega, muy recomendable. Buenas habitaciones, cena muy buena, desayuno tranquilo y bueno también, pero, sobre todo, la calefacción, que seguía en marcha hasta por la mañana...
Seguimos hacia Mora de Rubielos, un tramo de autovía, (todavía seguimos peleando con el viento...), y por fin, llegamos a otro tramo bueno, de Segorbe a Olocau. Sencillamente espectacular...
Lo normal es que el día intenso sea siempre el sábado: más horas en marcha, frescos, con más ganas...., y que el domingo sea el día triste de la vuelta. Y esta vez no fue una excepción, pero, hubo dos tramos muy buenos para disfrutar de la vuelta...., y el segundo fue desde Macastre hasta Navarres.
El viento nos dejó a ratos, pero, aún siendo más suave que el sábado, era muy molesto.
Y como en apenas 3 horas, y bajar de casi 1.500 mts de altitud, a menos de 500 mts, y la temperatura sube exponencialmente...., sin manoplas, guantes de verano, y todavía con más ganas de curvas.
Al llegar a la zona de Macastre, es nuestra zona al alcance de un día para comer y volver por la tarde, por lo que más o menos la conocemos bastante, pero, siempre lo hacemos al revés, de sur a norte, y esta vez, era de norte a sur, y cambia todo....
Llegando a Dos Aguas, nos cruzamos con una ambulancia de emergencia, y 3 a 1, que era por otro motero. Lamentablemente nos lo confirmó otro compañero que estaba con su hija en el mirador de arriba de Dos Aguas, y que nos dijo que por eso no subían motos ahora.
Espero que no fuera grave la caída, ya que cuando bajemos, estaba la Guardia Civil protegiendo el derrame de gasolina en la carretera.
Se nota el que viene por primera vez..., y Javier, no lo conocía todavía.
Y para mí Dos Aguas y Millares se disfruta como siempre, porque, al revés, es menos intenso..., y por fin Anna, Alcudía de Crespins, y penúltimo tramo de autovía hasta el Restaurante los Serranos, en Navalón, Valencia.
Juanmi, Fernando, Seigen, Pepín, Rafa y Javier.
Otra vez estábamos sobre el horario, comer antes de las 15.00h, seguir a las 16.30h, y en una hora o poco más, todos en casa. Contentos, satisfechos, y con sensaciones encontradas por el frío y viento, que no hicieron nada fácil este viaje.
Y como reflexión final, este viaje contábamos con ser 9, pero, Alfredo trabajando, y Javi por fuerzas de causa mayor, no pudieron venir. Y después de comer el sábado, Juanma tuvo que volver en grúa otra vez desde Castellón, más todos los amigos que querían venir, y por diferentes circunstancias no pudieron, este viaje lo tenemos que repetir, pero, con menos frío. Hemos pasado momentos muy duros desde las 18.30h hasta las 20.40h del sábado, con frío por debajo de 0º, nieve en la carretera, noche cerrada, sin nada ni nadie, ni cuando cruzábamos pueblos, sin nadie caminando por la calle. No estaba previsto, pero, nos adaptemos, y todos juntos y con calma, llegamos bien.
Siempre planificamos al detalle los viajes, reservas hasta para almorzar, restaurantes, hotel, paradas técnicas, para estirar las piernas, charlar un rato, incluso Fernando llama a las gasolineras calculando la hora de paso, por sí no van a estar abiertas, sin embargo, siempre puede pasar algo. Nos llovió un poco a primeras horas del sábado, casi nos tira demasiadas veces el viento, incluso con las motos paradas, o casi paradas, tuvimos que huir muy dignamente en Puertomingalvo porque estaba nevando y lo que es precioso, puede resultar peligroso en un momento con 7 tíos en moto, y una avería, que toca nuestro principal objetivo, llegar antes de que nos coja la noche al hotel.
No obstante, ha sido un viaje increíble, donde una vez más, muy orgulloso de mis compañeros de viaje que no nos dejaron tirados pese a saber que volveríamos de noche. Hemos descubierto nuevos tramos de carretera, el restaurante de Chovar , La Carbonera, para almorzar, La Carrasca de Culla para comer, (reservar con tiempo..., que no pudimos ir en Junio a la vuelta de Pirineos por falta de sitio...), y el hotel Esther en la Virgen de la Vega, Teruel.
Por todo ello, una vez terminado este viaje, ya estamos pensando en el siguiente..., Jaen IV el 21 y 22 de Diciembre, la última del año.