martes, 29 de septiembre de 2020

Pueblos negros y Muralla china de Guadalajara.

 

Tres moteros de Murcia, (y uno de ellos de Cartagena...), y cuatro de Alicante, que se unen en Albacete, para empezar a hacer curvas y comer en Madrid, para pasar por los Pueblos negros, la Muralla China, y dormir en Hita, Guadalajara, para volver curveando por lo mejor de Cuenca hasta Teruel, y volver a casa.

Así podría comenzar este viaje tan brutal como intenso...

 Como casi todo este aciago año, este viaje estaba previsto para Abril o Mayo, pero, aún siendo tarde a estar alturas, todo comienza con un..., ¿y por qué no?

 Sábado 26 de Septiembre. Llego a las 5.50h a la gasolinera, presiones, depósito lleno, y antes de las 6.00h llega Josefren con su Kymco 350. Directos a por Fernando a Orito, (Alicante), donde nos espera con su Tiger 800, y de allí, a por Joaquín, (Vstrom650), Alfonso, (Crossrunner 800), Jose Alfonso, (KTM Superduke 1290), y Juan, (Tracer 900), en Albacete.


 Todos juntos seguimos haciendo kms por autovía sin ningún misterio, salvo que por una vez, el amanecer nos soprende por la espalda..., y no por la derecha o izquierda como tan acostumbrados estamos. Y así, una parada a por un café y algo ligero en la Venta San José, (clavada incluida...), para llegar a las 10.30h, a buscar lo bueno por Madrid...


En el puente del embalse de Puentes Viejas, Madrid. 

Nos costó kms de aburrida autovía llegar hasta aquí, 

pero,

 estábamos dispuestos a que valiera la pena.

Para continuar, tuvimos que retroceder para controlar el semáforo..., y controlando el tiempo y las paradas, llegamos a Montejo de la Sierra, Madrid.

 

De izq. a der. Jose Alfonso, Josefren, Joaquín, Alonso, Juan y Seigen. Y el nido de las cigüeñas en el campanario.

 Josefren, Joaquin y Alonso.

Y sobre el horario, a comer a las 13.30h...

Los viajes son para disfrutarlos, y la buena comida, es solo una parte importante del viaje, y teníamos claro que el entrecot y el solomillo iban a caer...

 Además, tenemos la buena costumbre de preguntar siempre cual es la comida típica de la zona:

Y en este caso fueron los "juliones"..., comida caliente y potente...

Fernando, Seigen, Jose Alfonso, Josefren, Alfonso, Juan y Joaquín.

Y después, el segundo plato...

Juan.

Fernando.

Alfonso fue el único que se inclino por el solomillo.

Además del postre, al que hubo que echarle valor para terminarlo....

Tarta de queso tipo Philadelfia, con mermelada por encima...

Y la tarta de chocolate, contundente y en su punto.

Ahora solo quedaba continuar dirección a Guadalajara.

Después de tantos kms de no ver montañas ni en el horizonte, se agradecen estos tramos.

Alfonso con su Honda...

En la Hiruela, todavía en Madrid...

Increíbles las vistas.

Entrar un momento para hacer una foto, no tiene desgaste..., pero,

las marcas de hacer "drift"..., en fin. 

Y el tiempo cariñoso desde media mañana..., sin embargo, sabíamos que no nos llovería, y sí llueve, sin problema, bajamos el ritmo.

Al poco de empezar a bajar, otra parada.

Casi siempre paramos donde vemos algo bueno.

Y aquí un pequeño inciso: me sorprende lo bien que van los scooters "pequeños" de sólo 350cc..., 

van atrás, pero, cuando voy el último, no dejo de preguntarme como van tan bien sin marchas...

Sin olvidar a las motos medianas, e incluso,

 a las gordas de 180 cv. Cuando se comparte una misma pasión, y el mismo planteamiento de que vamos todos en el mismo grupo, es fácil llevar a todos juntos, hacer la goma, parar sí es necesario en un cruce, o lo que haga falta....

 Que la ruta sea secreta también ayuda bastante.

Y por fin, la muralla china de Guadalajara.

La más grande..., y la más pequeña del viaje.

Espectaculares vistas.

Alfonso.

Seigen.

Joaquin.

Jose Alfonso.

Josefren.

Juan, que en ese tramo perdió el soporte de una de las maletas, Alfonso el tornillo de la pata de cabra, y yo, casi pierdo una cámara de Fernando....

 Llevaba mucho tiempo para poder ir a esta zona, y aún sabiendo que este tramo no iba a ser bueno para las suspensiones, aquí estábamos.

Y pasan más motos que coches por aquí...

Joaquin y Seigen.

Este tramo me recuerda mucho a Losilla en Valencia. Buenos paisajes, la roca en toda su rudeza, con suciedad en la carretera, piedras más o menos grandes en medio, y sobre todo, muchas horquillas cerradas con peralte excesivo..., en definitiva, sí que hay que pasar, se pasa, pero, prefiero otro tipo de carreteras.

Y ya teníamos previsto parar en 2 de los pueblos negros.

Había algún que otro manzano por la zona...

Por la pizarra parece el Valle de Aran, pero, con los tejados diferentes. Aún así, es llamativo.

La mitad fueron de exploración:

y tiene mucha belleza escondida estos pueblos pequeños.

Joaquin.

Y la última parada antes de llegar al hotel.

Para llegar al parking..., otra vez cemento rayado e inclinado...

Además de complicado para poder dejar un momento las 7 motos...

Y ya solo nos quedaba bajar para ver el pueblo:

Entretenida la bajada...

Fernando con el nuevo giroscopio.

Disfrutando de la carreteras rotas.

Y las que estan bien, mucho más.

Con tantos kms, es inevitable tener de todo...

Y por fin en el hotel.


Estábamos en Hita, Guadalajara, a las 19.00h. El plan era llegar a las 18.00h, pero, hicimos más paradas de lo previsto, que aún así, valieron la pena. Ahora tocaba descargar, ducha caliente, y a las 20.00h, a ver el pueblo, que la cena la teníamos para las 21.30h.

Con 3 camas para elegir, la elección era obvia: al lado de la ventana esta el radiador..., que hace tanto frío aquí, como las primeras horas de la mañana hasta después del café.

Estábamos todos menos Juan, que había dormido 1 hora la noche anterior.

Y vamos directamente a lo bueno, al casco antiguo, como siempre.

La noche nos alcanzó durante el paseo.

Pueblo medieval muy bien cuidado, inmaculado hasta el extremo, y limpio que parece que estemos en una finca privada. Muy bueno para ir pasar la noche.

Alfonso, Fernando, Jose Alfonso, Seigen y Joaquin. Y sí, hacía frío...

El tiempo no espera a nadie.

Dejamos tranquilo al guardían.

De vuelta al hotel.

Mientras estas paseando, entre risas con los amigos, ya sabes que tienes que volver...

El silencio es tan inmenso como su horizonte.

Ahora para cenar, algo ligero..., y caliente.

Carrillada, y Josefren y Alfonso.

Alfonso, Jose Alfonso, y Juan, que lo recuperamos de los brazos de Morfeo para que pudiera cenar...

Sopa Castellana.

Fernando.

 Joaquin.

Pimientos al piquillo rellenos de bacalo.

Carrillada.

Dorada al horno.

Arroz con leche, los cafés, las últimas risas del día, y sobre las 23.00h todos a dormir, que después de 670 kms, (bastantes más para los compañeros murcianos), había un desgaste físico importante...

Domingo 27 de Septiembre.

Pasé mala noche. No obstante, para mirar el techo, a las 6.30h en pie,

 preparar las bolsas, ducha larga, y antes de las 8.00h, casi todos haciendo guardia en el comedor para desayunar.

Con esta situación el buffet libre es de lo más extraño, pero, es lo que hay, y sin darnos cuenta, ya estábamos en la carretera antes de las 9.00h...

Al poco de salir, una parada técnica, (Fernando tiene mucho trabajo con las cámaras, cambio de posición, cambiar baterías, fotos en movimiento mediante el mando...), y hay que aprovechar también para hacer alguna foto.

Como estas casas cueva...

Y esta con barbacoa fuera:

Y seguimos haciendo camino, que teníamos una sorpresa Fernando y yo para el resto de compañeros...

Aquí tuvimos que recurrir al soporte del móvil de Joaquin, ya que en el Gps no pudimos poner el sitio exacto de lo que buscábamos.

Y habiendo pasado el pueblo, en una recta, de las pocas que hicimos en el viaje, a mano izquierda hay un pequeño cartel, 30 metros de pista fácil, 

llegamos al parking:

Habíamos avisado que trajeran linternas, o la app del móvil...

pero no sabían que vendríamos aquí. 

 Gracias a mi amiga Vanesa que vino hace poco, y me dijo el nombre de la sima.

Son 64 metros de escalones de diferentes alturas,

hace frío y hay humedad,

pero, se baja fácil...

En el fondo, un pequeño estanque o manantial del fondo de la montaña,

Y en la parte de arriba:

la "araña"...

Pero, una vez visto todo, tocaba subir...

y son más o menos, como subir 20 plantas del tirón.

No obstante, merece la pena el esfuerzo.

Aunque subir sin parar, nos dejó ahogados...

Y ya solo nos quedaban 200 kms para comer en Teruel, y algo menos de 300 para llegar a casa...

Aún así, seguimos haciendo paradas.

Como en Chequilla, Guadalajara, y con Fernando avisándome por el comunicador...

que es la 3ª vez que pasamos, y siempre entro en modo sport, y cuando me doy cuenta, ya he pasado de largo...

pero, esta vez sí que paramos.

Voy a aprovechar las fotos en movimiento para hacer la reflexión del viaje...

Finales de septiembre es una fecha, cuanto menos delicada,

mucho frío las primeras horas del sábado,

e incluso en mitad de la ruta, con el cambio tan fuerte de altitud, arriba y abajo entre zonas de sombras permanentes, frío y humedad,

donde había que ir con cuidado,

ya que entrar ligero y frenar dentro de la curva, cuando esta toda la carretera mojada, se te encoge el cuerpo encima de la moto.

Además, sin olvidarnos de las vacas, y los toros sueltos..., sin ni siquiera, un triste cable electrificado...

Pese a todo ello, disfrutamos de todo tipo de paisajes, carreteras, y tramos como este, en el que llegas en 6ª, te abres, bajas 4 marchas, y te lanzas en 2ª a por el ápice..., ya que este asfalto, comparado con otros del viaje, era espectacular.

Hay momentos para todo.

Sin embargo, lo mejor siempre es la compañía, el buen ambiente, las risas entre amigos.

Nos quedamos con todo lo visto y vidido estos dos días.

La pena es menos grande, porque, todos queremos volver.

Y volveremos, no tenemos ninguna duda. Guadalajara nos ha sorprendido a todos, y eso que ya habíamos pasado, pero, no como ahora.

Sin embargo, la dicha nunca es completa.

Varios compañeros que querían y no han podido venir en esta ocasión.

Pero, espero que puedan venir a la siguiente vez que pasemos por esta zona, 

se que les va a gustar, aún por los kms, frío y calor, asfalto malo o peor, haga sol o nos llueva, mientras vayamos todos juntos, las penas, si llegan, son menos.

Y aunque somos dos para preparar los viajes, con todas las horas que ellos nos lleva, como bien dice Fernando, la mejor recompensa es ver la cara de felicidad del resto al acabar la escapada. Y no le falta razón.

Por todo ello, solo me queda agradecer los buenos momentos vividos a mis compañeros y amigos de viaje, y sobre todo, el esfuerzo extra de Jose Alfonso, Juan y Alfonso, que vinieron desde Murcia hasta unirse al resto en Albacete. Esto es pasión por la moto.

Comida en Riodeva, Teruel, donde siempre es un acierto comer allí, y Pedro, como siempre, nos hizo sentir como en casa.

La vuelta, sin misterio, 180 kms de N330 hasta Almansa, Albacete, y autovía hasta casa.

Alfonso y Juan al llegar a Murcia, con más de 1.300 kms encima, con el cansancio reflejado en la cara..., pero, como bien dijo Alfonso, la ruta es buena, cuando incluso antes de terminarla, ya tienes ganas de volver.


La próxima seguramente será en el 24 y 25 de Octubre, y a donde...?, el destino nos lo dirá. Y siempre, la próxima más y mejor.

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