martes, 9 de julio de 2019

Más Curvas al 50%..., en los Pirineos.




Viernes 5 de Julio 2019.

 El grupo Más Curvas empieza otro viaje, pero, en esta ocasión, de ser 11, entre una operación de urgencia y causas diversas, solo quedamos 5. Esto es Más Curvas al 50% Pirineos.

 Mí hijo Rúben y yo llegamos a las 5.40h a la gasolinera...


 Revisar presión de los neumáticos, repostar, y esperar...


 A las 6.00h, motor en marcha, y terminando de ponerme los guantes, aparece Sergio, y sin parar, a buscar a Juan Carlos y Fernando, que ya nos esperan en Orito.

 Bajamos de los 24º de Alicante, a mínimas de 15º por Almansa, y camino de Requena, donde paramos a repostar, y de tirón, hasta la Cafetería Carmen, en Teruel.



"El Cabrita"..., triunfó, como siempre. Lomo, jamón a la plancha, queso de cabra caliente...



Sergio.

Juan Carlos.
 Rúben.

 Seigen.

 Pero, fallo mío, me faltó Fernando...



 Después de almorzar, y de estar a unos muy agradable 26º toda la mañana, seguimos, y pasamos de golpe a 31º, y para llegar en pocos kms a los 36-38º durante el resto del día. Duro, muy duro...

 Pero, no queda otra, seguir avanzando, sin autovía, excepto los 100 kms hasta Almansa, y enlazando una nacional tras otra, pasamos Zaragoza, y por fin entramos en Huesca, donde hay que parar, pero, no para repostar, sino para reponer líquidos. Y ya íbamos justos de hora para comer.


 Llegamos pasadas las 15.00, pero, sin mucha hambre...


Algo frío para empezar...


Caliente para seguir.
 Después de comer, en menos de una hora llegamos a Aínsa, Huesca, pero, teníamos prevista una ruta circular para ver el Cañón del Añisclo:

 Y como siempre, espectacular:

Valió la pena el rodeo y el calor.

Fernando.

Sergio.


De izq. a der. Sergio, Seigen, Fernando, Juan Carlos y Rúben.

 Esta vez, solo se podía hacer en un sentido la carretera,
 lo cual es un problema, porque tuvimos que dar más vuelta, pero, a la vez, una ventaja, porque, aún estando en mejor estado la carretera que las veces anteriores, sigue estando echa una pena..., mucha gravilla.
 Sin embargo, compensa, y mucho volver.
 Y atravesando el cañón, hace menos calor...
Me voy sabiendo, que volveremos...


Con suerte, más pronto que tarde: 


Seigen.



Rúben. Me quedo con que disfrutó mucho del viaje, a pesar de su dureza por kms y calor.


 Más cansados de lo esperado, tras luchar todo el día con medias de 36-38º, llegamos al hotel a las 20.30h, desde las 6.00h de la mañana, (4.00h en pie)....




Fernando esperando al resto para cenar....

 No sé porque, pero, el color de mis piernas a más de uno le hizo gracia...
 Cenamos en el mismo Hotel Apolo. Cena de menú completa, comedor grande y silencioso..., se agradece un poco de calma después de tantas horas en moto.


Juan Carlos y su ensalada. Con razón esta delgado...


Rúben. Quien tuviera su edad para comer sin limite otra vez...


Fernando.



La sepia no estaba muy allá...

 Después de la cena, Rúben se quedó en el hotel, y el resto, a ver Aínsa, en particular el castillo, que por lo visto había fiesta esa noche. 

Espectacular de noche la vista desde el castillo.

Y de buena hora a dormir y descansar, que el día había sido muy duro e intenso, y mañana tocaba lo mejor del viaje.

Sábado 6 de Julio....

 El día comienza temprano para Juan Carlos y para mí, ya que habíamos quedado en salir temprano, y caminar un poco...., y a las 6.30h ya estábamos saliendo del hotel.


Río Cinca, que cruza Ainsa.


A estas horas, se disfruta de la tranquilidad...

Y sin darnos cuenta, llegamos a Labuerda... 


Llegamos justo con el amanecer asomando por el horizonte...,



y media vuelta, que se nos pegaba el arroz.



Para repetir.


Y el silencio, es lo mejor de todo.




Disfrutamos el paseo, el silencio, paisajes y "ruidos" raros entre la vegetación,


 le dan ese toque especial...




Y de vuelta a Ainsa, con más luz que al principio, el pueblo descubre parte de su belleza.


Tenemos que volver en mayo, con el deshielo, el río será espectacular...


Juan Carlos y Seigen.


 A veces, con tan poco, nos damos cuenta que no hace falta más...


Al final, a paso ligero, que habíamos quedado a las 8.00h para desayunar, y ya llegábamos tarde.



Y tras el desayuno, y listos para otro día intenso, salimos hacía Francia, por el túnel de Bielsa.

Como siempre, tengo que ir de compras en Francia, y como siempre entramos por los mismos sitios, (sacando la cuenta, sí no me equivoco, sólo hay 9 pasos "oficiales" en todos los Pirineos...), ya tengo localizados los diferentes supermercados en la ruta.


 Y sí, el Nesquik y la bollería, tanto industrial como casera, están más buenos allí.



Por fin, el primer "col" o puerto francés del día: D´Aspin.
Juan Carlos y Seigen.

 Seigen.


Las vacas nunca fallan, siempre están por esta zona...

Y a nivel personal, D´Aspin y D´Aubisque son los mejores puertos para disfrutar del trazado, asfalto, y conducción. En cambio, el Tourmalet, es el puerto de la foto, ya que no lo disfruto tanto como los otros dos, en mí humilde opinión.

 Continuando camino, llegamos pronto al restaurante en la subida hacia el Tourmalet, ya que para nosotros a las 12.30h, y desayunando fuerte, teníamos más sed que hambre, pero, más tarde, nos quedamos sin comer...

Teníamos ganas de repetir la pizza Dame Blanche: 

La pena, es que hoy no tenían Quiche...



El cansancio se hacía notar...

 Rúben.

 Y después de comer, a disfrutar de las vistas de en frente del restaurante:



 Salvando las distancias, esto tiene que ser como Sierra Nevada: nevado, tiene que cambiar por completo...


La Vstrom 650 de Sergio, y la Mosnter 696 de Juan Carlos.



Y la Tracer 700 de Seigen, y la Z1000SX de Fernando.



No me dí cuenta, y me dejé el casco en el espejo durante toda la comida...



Y las 4 máquinas del viaje: Tracer 700, Z1000SX, Vstrom 650 y Monster 696.



Enlazando curvas sin fin, coronamos el Tourmalet:



 Y luchando por encontrar sitio para la foto, debido a la increíble cantidad de gente que había, y eran las 14.15h, con un calor brutal...

De izq. a der. Juan Carlos, Seigen, Rúben, Fernando y Sergio.

Sergio: 
 Seigen y Rúben.


Seigen.


Había dos fotógrafas a ambos lados del Tourmalet, tomando fotos, que luego podías comprar por internet. Lastima que no colgaran las de la subida, que hubieran sido muy buenas, porque, las de la bajada, por lo visto llegué muy rápido,


 y no pudo sacarme hasta el último momento, mirando ya el ápice de la curva,


 y en la segunda, de 4 motos, sólo nos pudo sacar a 3 de ancho. 

A la siguiente vez, o nos traeremos nosotros a nuestro propio fotógrafo....

Vimos indicaciones de la distancia a meta, a la subida del puerto, de una carrera ciclista, pero, de momento, sin problema, a nuestro ritmo..., y seguimos a buen ritmo, y pasamos Soulour y D´Aubisque:



Seigen y Rúben.


Seigen.


Rúben.


Fernando: cada día más contento y satisfecho con su Z1000SX. Fue un cambio drástico de su anterior VStrom 650, pero, al final, ha mejorado con el cambio.
 Fernando.

Sergio. 

 Seigen y Rúben.

De momento, mucha gente en los laterales de las laderas esperando ver pasar las bicicletas, pero, nosotros, de relax..., y paramos a tomar algo frío y relajar las piernas, que nos lo habíamos ganado:



Juan Carlos, Fernando, Rúben, Sergio y Seigen.

 Estas vistas sentados de relax, con buenas vistas, y mejores amigos..., puro placer.


Estos paisajes quedan para el recuerdo.


Y una vez más, merece la pena mantener las sanas costumbres,


 porque, desde el 2011, como mínimo, hay que subir una vez a los Pirineos.



Fernando.



Rúben y Fernando.



El tiempo se ponía cariñoso por momentos...



Y en el siguiente puerto podía estar despejado..., (Fernando y Juan Carlos).



Fernando.

 Lamentablemente, a la bajada de D´Auspin, no pudimos para a hacer fotos donde queríamos, de hecho, donde paramos el año pasado, porque, la organización de la carrera nos pidió que teníamos que seguir, que las bicis estaban cerca..., y tuvimos que seguir sin parar.

 Y al final, como no podía ser de otra manera, nos cogieron al final, poco antes de la meta de la carrera ciclista en Eaux Bonnes, donde tras intentarlos dos veces por diferentes sitios, nos quedaba esperar mínimo una hora, o más, o bien, cortar la ruta de vuelta, y volver a España por el Portalet, que es lo que hicimos. La hora, y sobre todo, el cansancio acumulado, no nos dejaron opción.

Y tenemos que repostar en Francia. 


A 1.7€ el litro..., y luego nos quejamos de pagar aquí a 1.439€.

 No obstante, fue una pena muy grande no volver a Carfranc, ni hacer el puerto de Somport, pero, como mínimo, disfrutamos como enanos el Portalet, que por una vez, de día, asfalto seco, sin frío..., un buen puerto para entrar bien, meter la moto, plegar, y abrir gas a gusto..., una y otra vez.


Rúben y Seigen. Para ser su primera incursión en Francia, (Rúben), al igual que para Juan Carlos y Sergio, a todos les gustó la experiencia, como Fernando y yo sabíamos que pasaría.

 Francia, y sobre todo, los Pirineos, nunca decepcionan.


Rúben, Sergio, Juan Carlos y Fernando.


En este viaje nos faltaron Juan Carlos Multistrada y Teresa, Sento, Eliseo, Alfredo y Juanma..., una pena, y se les hecho de menos a todos durante todo el viaje.

 Y volvimos al mismo hotel en Aínsa.


Aquí pensamos que Juanma había decidido subir en el último momento, y que nos estaría esperando con una cerveza fría en la mano. Pero, lamentablemente la moto era igual, pero, no era la suya.

 Ducha, relax, a cenar sin prisa, 


Juan Carlos.


Fernando.


Muy bueno el salmón...

y a estirar las piernas al castillo, que Juan Carlos y yo subimos corriendo..., hasta que casi tiramos la cena. Tenemos una edad....

Juan Carlos y Sergio.

Esta noche, decidimos volver por el sitio alternativo...


 Y tras estirar las piernas, otra vez al hotel pasadas las 23.45h...

Domingo 7 de Julio.

 Bajamos antes de desayunar para dejar las motos cargadas, y listas para salir cortando. Desayuno tranquilo, (buffet libre, cosa que agradezco sobre manera...), y antes de las 9.00h, ya estamos en marcha de nuevo, para el siempre triste y eterno trayecto de vuelta a casa.

 Volvemos por el mismo camino en sentido inverso del Viernes, volvemos a pasar por Alcañiz, y enlazando una nacional tras otra, volvemos a Morella:

 Paramos a repostar.


 Morella, (Castellón),  otro clásico para nosotros....
Poco después de salir a la gasolinera, la primera a la frente: la carretera que teníamos que coger para comer en Culla, estaba cortada.

 Fernando da la vuelta, a preguntar en la gasolinera como llegar, y "sólo" perdimos 15 minutos, pero, llegamos bien, y de paso, bajamos el puerto de Morella, que también esta en obras, porque, van a quitar tramos de curvas enlazadas y reviradas, para hacer puentes rectos..., mejor para los coches, peor para las motos.

 Por fin, llegamos a las 14.15h a Culla:



Entrecot a la brasa y salado...


Todos agradecimos comer a una hora "normal".


Rúben.


 Después de comer, tenemos que salir cortando: el cielo presenta lluvia intensa y rápido. 

 Salimos de Culla, curveando para coger la autovía lo más cerca posible de Castellón, y enlazamos ya en autovía por Valencia, donde seguíamos huyendo del cielo negro..., hasta que nos cogió. Empezó a llover, todos con cordura de verano, y estábamos a 1 km de la siguiente salida, que afortunadamente, tenía una gasolinera:


Y lloviendo los últimos 300 metros, empapados, pero, bajo techo...., y cae granizo:

El sonido lo delata...


Para a continuación, las bolas de hielo lo confirman. Hicimos lo mejor parando, ya que incluso los coches, pararon bajo un puente porque era peligroso seguir en marcha en esas condiciones.

Aprovechamos para repostar, y de paso, para hacer tiempo hasta que dejara de llover, a 31º, mojados, y cocidos de calor...

 A Rúben le gusta la Mosnter..., no me extraña.


Juan Carlos, viajando con su Mosnter, y la mochila a la espalda. Esto es pasión por viajar en moto.

 Como siempre, mención especial para Juan Carlos, entre la Monster y la mochila a la espalda 2 días...


 Sin olvidar a Rúben, que con 14 años, meterse más de 1.700 kms en 3 días, no es nada fácil....



 Y una vez más, todos en casa, aunque, unos mejor que otros....


Sergio.
 Como conclusión, demasiados kms, (1.730), para sólo 3 días, pero, teníamos que ir este año, y sí no era ahora, ya se nos echa encima el frío, y hubiéramos pasado este año sin ir, y eso, no podía ser...

 Aínsa, Huesca, no defraudó en absoluto. Había pasado de largo más de una vez, pero, quería verlo en detalle, y la oportunidad de pasar dos noches allí, nos ofreció una oportunidad inigualable para conocer el pueblo. Precioso. El hotel, genial, una noche con aire acondicionado, y la siguiente dormir con el sonido del río correr de fondo. Y por supuesto, Francia y sus "col", espectacular..., nunca falla.


 Fue un viaje express duro físicamente por el calor, (39º de máxima llegando a Alcoy, Alicante, desde Valencia), demasiado en algunos momentos, pero, que ha valido la pena por la compañía, buen ambiente, y amigos durante todo el viaje. Volveremos el año que viene.

 Y como siempre, la próxima, más y mejor, que toca volver al norte.

2 comentarios: